El exatleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius fue puesto en libertad condicional, casi 11 años después de asesinar a su novia Reeva Steenkamp.
Las autoridades confirmaron que Pistorius estaba "en casa" el viernes por la mañana, habiendo cumplido la mitad de su condena de más de 13 años.
La madre de Steenkamp dijo que aceptaba la decisión de liberar al exatleta, pero añadió que su familia era la que "cumplía cadena perpetua".
Pistorius, que ahora tiene 37 años, le disparó a Steenkamp varias veces en 2013 a través de una puerta.
El doble amputado afirmó más tarde que la había confundido con un ladrón.
Pistorius finalmente fue declarado culpable de asesinato en 2015 después de que un tribunal de apelaciones anulara un veredicto anterior de homicidio culposo.
De acuerdo a las leyes sudafricanas, todos los delincuentes tienen derecho a ser considerados para recibir el beneficio de libertad condicional una vez que han cumplido la mitad de su sentencia total, que para Pistorius se fijó en 2017 en 13 años y cinco meses.
Pistorius vivirá en condiciones estrictas -incluída la prohibición de hablar con los medios- hasta que finalice su sentencia en 2029.
Se cree que el exatleta se fue a vivir a la casa de su tío Arnold Pistorius en un suburbio lujoso de la capital, Pretoria.
June Steenkamp –madre de Reeva- señaló en un comunicado que la familia "siempre supo que la libertad condicional es parte del sistema legal sudafricano" y "siempre había dicho que la ley debe seguir su curso".
Dijo además que aprobaba las condiciones impuestas por la junta de libertad condicional, que incluyen cursos de manejo de la ira y programas sobre violencia de género, y agregó que esas decisiones habían “afirmado a Barry y mi fe en el sistema de justicia sudafricano", en referencia a su difunto marido.
Pero, preguntó: "¿Ha habido justicia para Reeva? ¿Ha cumplido Oscar una condena suficiente? Nunca puede haber justicia si tu ser querido nunca regresa, y ninguna cantidad de tiempo cumplido traerá de regreso a Reeva. Nosotros, que nos quedamos atrás, somos los que cumplimos cadena perpetua".
Y añadió: "Mi único deseo es que se me permita vivir mis últimos años en paz y que mi atención permanezca en la Fundación Reeva Rebecca Steenkamp, para continuar con el legado de Reeva".
Condiciones
Pistorius fue a prisión por primera vez en octubre de 2014, poco después de su condena inicial.
Hubo un período entre 2015 y 2016 en el que fue puesto en libertad bajo arresto domiciliario antes de que se cambiara su condena y se ampliara su sentencia.
A Pistorius le amputaron las piernas cuando tenía menos de un año. Posteriormente utilizó prótesis para caminar y se convirtió en un atleta de renombre mundial.
Tuvo una exitosa carrera, primero en los Juegos Paralímpicos, donde ganó múltiples oros y luego consolidó su reputación después de competir contra atletas sin discapacidades en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
El asesinato de Reeva Steenkamp apenas seis meses después, y los juicios posteriores, coparon los titulares de todo el mundo.
El departamento de servicios correccionales de Sudáfrica dijo que a pesar de su alto perfil público, la exestrella será tratada como cualquier otra persona en libertad condicional.
Esto significa que estará confinado en su domicilio durante determinadas horas del día y tendrá prohibido beber alcohol. Tampoco se le permite hablar con los medios de comunicación.
Futuro prometedor
Steenkamp, que tenía 29 años cuando murió, era licenciada en derecho y una modelo exitosa que también trabajaba como presentadora de televisión y apareció en un reality show llamado “Tropika Island of Treasure”.
Tenía pensado después de graduarse abrir un estudio de abogacía para ayudar a las mujeres maltratadas.
Steenkamp llevaba tres meses de relación con Pistorius cuando éste le disparó cuatro tiros con una pistola a través de la puerta de un baño en su casa en Pretoria, en la madrugada del 14 de febrero de 2013.
Murió casi en el acto.
El Estado acusó a Pistorius de asesinato, pero fue condenado en 2014 por el delito menor de homicidio culposo u homicidio involuntario.
Al año siguiente, los jueces de la Corte Suprema de Apelaciones cambiaron su condena por asesinato, argumentando que su versión de los hechos era inconsistente e improbable y que había "disparado sin tener un temor racional o genuino de que su vida estuviera en peligro".