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La extracción masiva de conchas marinas, incentivada por el turismo local e internacional, ha generado un impacto devastador en los ecosistemas marinos. A menudo ignorada, esta práctica pone en riesgo el delicado equilibrio de las playas, hábitat de especies esenciales para la biodiversidad y base del turismo sostenible.

En las costas de Costa Rica, este es un problema silencioso que amenaza la riqueza natural que define al país como un paraíso ecológico.

La extracción indiscriminada de conchas genera profundas consecuencias ambientales. Según la Dra. Yolanda Camacho, bióloga de la Universidad de Costa Rica, este problema afecta de múltiples maneras, entre ellas, la erosión acelerada, al reducirse la presencia de conchas, las playas pierden estabilidad estructural, haciéndolas más vulnerables a fenómenos climáticos extremos y al aumento del nivel del mar. Además, una alteración de hábitats marinos: las conchas cumplen un rol clave en la formación de estructuras calcáreas, fundamentales para organismos como los corales.

En 2023, más de 5 toneladas de conchas fueron decomisadas en los aeropuertos Juan Santamaría y Daniel Oduber. La dificultad para determinar el origen de estas (Pacífico o Caribe) hace que terminen enterradas en los mismos aeropuertos.

Otro impacto significativo es la pérdida de refugios para especies clave, como los cangrejos ermitaños, que dependen de las conchas para protegerse. Este fenómeno ya se observa en lugares como Puntarenas. Por si fuera poco, la extracción masiva también altera el equilibrio químico del océano, contribuyendo a la acidificación del agua marina y afectando la disponibilidad de nutrientes esenciales para los organismos marinos.

Ante esta creciente amenaza, surge la iniciativa “De Vuelta a Casa”, un proyecto colaborativo entre FIFCO, su marca Imperial, el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), AERIS (gestor del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría), y la Universidad de Costa Rica. Esta alianza busca enfrentar el problema con ciencia, innovación y cooperación interinstitucional.
El núcleo de la solución radica en una aplicación de inteligencia artificial desarrollada por FIFCO, que permite identificar conchas del Pacífico o del Caribe con una precisión superior al 90%. Para lograrlo, se creó una base de datos única con 18.500 imágenes de conchas, recolectadas gracias a más de 200 voluntarios. El modelo, entrenado a través de miles de iteraciones, permitió clasificar 36.000 conchas en un tiempo récord.

Este proyecto ha generado un impacto tangible. En 2023, más de 5 toneladas de conchas decomisadas en los aeropuertos de Costa Rica fueron devueltas al mar, restaurando su rol vital en los ecosistemas marinos. Este logro marca un cambio significativo en la manera de abordar la extracción de conchas, ya que, por primera vez, no terminaron enterradas.

 “Apoyamos iniciativas como 'De Vuelta a Casa', que buscan crear conciencia y ofrecer soluciones tecnológicas para identificar y manejar las conchas incautadas. Además, hacemos un llamado a la ciudadanía y turistas a disfrutar de la vida silvestre sin extraer conchas de nuestras costas”, destacó Franz Tattenbach, ministro de Ambiente y Energía.


Aunque la restitución de las conchas al mar es un avance notable, el verdadero cambio radica en evitar su extracción. El documental “De Vuelta a Casa” tiene como objetivo sensibilizar al público y cambiar la percepción sobre las conchas marinas, enseñando que no son souvenirs turísticos, sino piezas esenciales para la estabilidad de los ecosistemas marinos.

 “Este proyecto refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad compartida. Unir ciencia, tecnología y colaboración es fundamental para proteger lo que nos hace únicos como país y asegurar un futuro sostenible para nuestras generaciones”, aseguró María Pía Robles, directora de Relaciones Corporativas de FIFCO.

“De Vuelta a Casa' es un ejemplo inspirador de cómo, mediante la colaboración estratégica, podemos marcar una diferencia real en la conservación marina”, señaló Adriana Bejarano, jeda de Ambiente de AERIS.

“De Vuelta a Casa” no es solo un documental, es una invitación a actuar. Imperial hace un llamado a todos los costarricenses, turistas y empresas a convertirse en embajadores de la biodiversidad marina. Cada acción, por pequeña que parezca, marca una diferencia en la conservación de nuestros ecosistemas.

Porque cada concha cuenta, y cada uno de nosotros tiene un rol crucial en la protección de nuestras playas y la biodiversidad marina.

Para más información sobre "De Vuelta a Casa" y cómo unirte a la causa, visita el siguiente enlace: imperial.cr/devueltaacasa.