Durante los primeros meses del año, los que transitamos por la Sabana (San José), notamos que entre los bulevares se empiezan a asomar hermosos árboles con abundantes flores rosadas.
Se trata del Roble Sabana, cuyo nombre científico es Tabebuia Rosea.
Su floración ha pasado a convertirse en una tradición anticipada por el estallido de color que da nueva vida a las calles capitalinas durante esta temporada, por lo que hay muchos que describen a este árbol como el "cherry blossom" de Costa Rica.
El Roble Sabana es nativo en México, América Central y el norte de Sur América (Colombia y Venezuela).
Según el portal Costa Rica Gardens, el crecimiento máximo de estos árboles es de 25 a 30 metros, el diámetro de su tronco es de un metro y el diámetro de su copa es de seis a ocho metros.
¿Por qué florece?
Los meses de floración se extienden desde la segunda semana de enero y hasta la tercera semana de mayo.
Durante la época seca, como método de defensa, el árbol bota sus hojas y canaliza su energía hacia la producción de semillas, frutos y flores, desprendiendo así sus abundantes flores rosadas, su símbolo más característico.
La mayoría de los ticos ya están familiarizados con esta especie, pero pocos conocen los secretos que los indígenas sabían acerca de estos árboles.
"Los mayas consideraban estos árboles sagrados y los utilizaban como medicina para curar a su gente. La corteza interna de estos árboles ha sido utilizada durante siglos en remedios populares en los trópicos", detalla el sitio Costa Rica Gardens.
Los indígenas usaban la corteza interna para producir un té con propiedades capaces de tratar una infinidad de enfermedades tales como anemia, arteriosclerosis, artritis, asma, bronquitis, forúnculos, cáncer, Cándida, colitis, resfriados, estreñimiento, tos, cistitis, diabetes, diarrea, enfisema, disentería, eczema, fiebres, gripe, gastritis, problemas de la vesícula biliar, infecciones, problemas hepáticos, problemas pulmonares, leucemia, alivia el dolor, parásitos, problemas de próstata, piorrea y heridas.
Otros usos que se le da a este árbol, según el Banco de Semillas Forestales, es su faceta ornamental, aprovechando sus brotes en tonos lila y rosado durante la época de floración.
"También se usa en sistemas de enriquecimiento y restauración ecológica en zonas secas, sistemas silvopastoriles, en linderos y como sombra. Produce madera de buena calidad y valor, de fortaleza similar a la teca, fácil de trabajar con herramientas manuales, de atractivo, acabado y lustre.
"La albura es de color rosado pálido y el duramen café-dorado hasta café castaño oscuro, usada para muebles, construcción liviana, botes, equipo deportivo, pisos y chapados", indicó el banco.
Puede crecer en hábitats muy variados, a altitudes de 0 a 1.300 msnm y precipitaciones de 1.200 a 2.500 mm por año, con tendencia a desarrollarse especialmente en el bosque húmedo bajo, así como en los bosques de galería y las áreas con inundaciones estacionales.
No obstante, también se puede encontrar en los ecosistemas del bosque seco tropical, el bosque de montaña y las tierras agrícolas abandonadas.
Es el árbol nacional de El Salvador y en lugares como Barranquilla, Colombia, y Cojedes, Venezuela, lo honran como un árbol insignia.