Gina Sánchez describe su aventura por América como una forma de “recuperar la confianza en la humanidad”. Sin embargo, nunca esperó que la travesía que inició hace siete años hoy la haga soñar con recorrer el mundo en su motocicleta. 

“Yo vengo de una ciudad grande, de un país golpeado violentamente y por suerte ya hemos estado cambiando esa historia y tenemos ese chip en la cabeza, con las noticias y todo lo que nos muestran el día de hoy son cosas malas. Y yo decía no, yo creo que hay más allá”, señala Sánchez como el principal motivo que la llevó a dejar su trabajo en negocios internacionales. 

La sudamericana cambió el trabajo de oficina en su natal Colombia por la carretera en compañía de ‘Carlita’, una motocicleta Yamaha Fazer de 150 centímetros cúbicos. 

“Es una moto de motor pequeño, pero de un corazón gigante, en Colombia es normal que se use la moto para el diario, pero yo me cansé y sentí que el cumplir con un horario no era para mí”. 

Hoy coloca el apoyo de su familia como un elemento fundamental que le hace posible vivir esta experiencia. Aunque Sánchez, quien trabajaba como escritora y Youtuber, asegura que la decisión no ha sido nada fácil, ya que proviene de una familia muy unida.

“El primer reto que tuve que enfrentar fue apartarme de mi núcleo familiar. Para el cumpleaños, para el día de la madre, para Navidad, que son fechas especiales, si o sí tenemos que estar toda la familia reunida. Entonces, romper eso y no poder ir se ha compensado con el regalo de hacer amigos por todo el mundo”. 

En su paso por Costa Rica, se enorgullece al decir que ya recorrió el país de costa a costa, que impartió charlas en Limón y que en cada parada también dejó recuerdos de sus artesanías, las cuales aprendió a confeccionar durante su paso por Brasil. 

“En Brasil aprendí a hacer artesanías con hilo, como manillas, pulseras y collares, uniendo piedras. Al día de hoy me gustó tanto que todavía lo sigo haciendo. También escribí para una revista durante un tiempo y escribí un libro, todo con recursos propios”.

La meta de Sánchez es llegar a Alaska y después dar la vuelta al mundo en compañía de ‘Carlita’. Ambas están en territorio nacional con su objetivo de “demostrarle al mundo que no es tan malo como en realidad nos lo pintan, que la gente es buena y que el 99.9% de la gente está ahí para tender una mano”.