Las autoridades turcas señalaron al PKK como "probable" responsable del atentado perpetrado el miércoles cerca de Ankara, en el que murieron cinco personas, y en represalia bombardearon posiciones suyas en Irak y Siria.

El atentado con explosivos que se produjo frente a la sede de las industrias de defensa de Turquía, a unos 40 km de la capital Ankara, dejó cinco muertos y 22 heridos.

El ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, señaló que, por su modalidad, "está muy probablemente vinculado" al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).

El ministro de Defensa, Yasar Guler, respaldó esa hipótesis y denunció a quienes, "como siempre, intentaron perturbar la paz" llevando a cabo "un atentado despreciable y deshonroso".

"Siempre damos a estos malhechores del PKK el castigo que merecen (...). No renunciaremos a perseguirlos hasta eliminar al último terrorista y les haremos sufrir por lo que han hecho", añadió.

Poco antes de la medianoche (21H00 GMT), su ministerio anunció que bombardeó 32 objetivos del PKK y de sus aliados en el norte de Irak y en Siria.

"En conformidad con nuestros derechos de autodefensa (...), llevamos a cabo una operación aérea contra objetivos terroristas en el norte de Irak y Siria (...) y un total de 32 objetivos pertenecientes a terroristas fueron destruidos", señaló el ministerio en un comunicado, al añadir que las "operaciones aéreas continúan".

El PKK, clasificado como "terrorista" por Turquía y sus aliados occidentales, entre ellos Estados Unidos y la Unión Europea, libra una insurgencia contra el ejército turco desde 1984.

El vicepresidente turco, Cevdet Yilmaz, que visitó a los lesionados, dijo que los fallecidos son cuatro empleados y un taxista, y que siete de los heridos son policías.

La cadena de televisión privada NTV dijo que se trató de un ataque suicida e indicó que un "grupo de terroristas" había irrumpido frente al edificio y uno de ellos se hizo "estallar". Tras la explosión, hubo una balacera durante más de una hora, según los medios locales.

El diario Sabah publicó en la red social X una foto extraída de las cámaras de vigilancia en la entrada del edificio, que muestra a un joven vestido de negro, llevando una mochila y aparentemente armado con un fusil de asalto, a quien describe como "uno de los terroristas que atacan a #TAI".

Imágenes de televisión mostraron grandes llamas y una humareda blanca frente a la entrada del sitio.

La operación no ha sido aún reivindicada.

Solidaridad de la OTAN y de Putin

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció desde la ciudad rusa de Kazán, donde participa como invitado en una cumbre de los Brics, un ataque motivado por "el odio".

"Ninguna estructura, ninguna organización terrorista, ningún foco infame contra nuestra seguridad podrá lograr sus objetivos. Nuestra lucha contra todas las amenazas terroristas continuará con determinación", añadió en X.

El secretario general de la OTAN, alianza militar de la que Turquía forma parte, afirmó haberse comunicado telefónicamente con Erdogan, para expresarle su apoyo tras este "ataque terrorista".

"Mi mensaje fue muy claro: la OTAN está con Turquía", agregó Mark Rutte en X.

Erdogan recibió directamente el apoyo del presidente ruso, Vladimir Putin, con quien se reunió en Kazán.

"Condenamos cualquier acción de este tipo, cualesquiera sean sus motivaciones", declaró Putin al recibir al mandatario turco.

Una importante feria de las industrias de defensa y aeroespaciales se lleva a cabo esta semana en Estambul, con la presencia del presidente de las Industrias de Defensa, a la que asistió, entre otros, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andri Sibiga.

El sector de defensa de Turquía, conocido por sus famosos drones Bayraktar, representa cerca del 80% de los ingresos por exportaciones del país, con una facturación de 10.200 millones de dólares en 2023.

El último atentado registrado en Turquía, en una iglesia en Estambul en enero, dejó un muerto y fue reivindicado por el grupo Estado Islámico.

Antes de eso, el PKK, en lucha armada contra el gobierno, había llevado a cabo un ataque contra una comisaría en Ankara en octubre de 2023, que se saldó con dos atacantes muertos y dos policías heridos.