Durante el mes de diciembre e inicios de enero, los costarricenses celebran las fiestas con juegos pirotécnicos. Aunque ya se considera como una tradición, pocos se percatan de las graves afectaciones que provoca la pólvora en la salud animal.
El ruido que generan desata cuadros de estrés, así como problemas digestivos, psicológicos y, en algunos casos, la muerte.
La raíz de la afectación que sufren los perros por la pirotecnia parte del ruido y de la luz que generan las explosiones; los asustan y les deterioran sus oídos, los cuales pueden ser hasta seis veces más sensibles que el de un humano. Además del daño por el ruido, los sonidos potentes también desatan cuadros nerviosos.
Además, la pólvora detona una respuesta instintiva de buscar un sitio para resguardarse de un posible peligro que el animal percibe en ese momento y que en muchos casos, a raíz de esa respuesta, causa lesiones físicas cuando el canino empieza a correr inconteniblemente por el temor tan palpable que le genera el sonido.
"El estrés es una de las consecuencias más populares entre perros, gatos y equinos que, mezclado con el pánico que puede generar problemas cardíacos, en control de esfínteres o actitudes agresivas No solo los perros, gatos y equinos se ven afectados por estos juegos, las aves y animales silvestres también son víctimas de infartos a causa del ruido y las luces de la pólvora, adicionalmente pueden sufrir de intoxicación por los residuos luego de la explosión de la pólvora", mencionó el Colegio de Médicos Veterinarios.
Con esto en mente es que el Colegio de Veterinarios hace un llamado a la población sobre las consecuencias de la pólvora en los animales.
Asimismo, brinda una serie de recomendaciones para estas situaciones:
- Adecúe un lugar oscuro y seguro (tipo cueva).
- Cierre las cortinas, puertas y ventanas de su casa para evitar ruido y que las mascotas se escapen.
- Distraiga con juguetes y masticables con cartílagos deshidratados para que el animal baje su ansiedad.
Ponga música para mitigar el sonido.
Reconforte y vigile siempre a su mascota.
No dar en ninguna circunstancia “acepromaciona”, que es un sedante que solo actúa sobre la función motora, pero que no evita que el animal siga escuchando el fuerte ruido y sintiendo miedo.
Identifique el collar de su mascota con sus datos de contacto, para que en caso de que se escape puedan localizarle.
Identifique los horarios en los que se realizan estos juegos pirotécnicos para que pueda tomar acciones durante esos períodos. En caso de que los ataques de ansiedad y pánico sean incontrolables por parte del dueño de la mascota, aconsejamos consultarlo con un profesional en veterinaria de su preferencia.
Para más detalles puede escuchar las declaraciones de la doctora Gabriela Pacheco.