Los terrarios, esos pequeños ecosistemas en miniatura que hoy decoran nuestros hogares, tienen un origen tan fascinante como su apariencia (repase la información completa en el video adjunto de Más que noticias).

Su historia se remonta a la década de 1820, cuando Nathaniel Ward, un botánico aficionado de Londres, descubrió accidentalmente este concepto mientras estudiaba insectos. Fue en una caja de vidrio cerrada donde notó que las plantas no solo sobrevivían, sino que prosperaban. Este hallazgo casual marcó el inicio de una revolución en la botánica. 

Para el transporte de plantas exóticas entre continentes, Ward perfeccionó su invento, creando lo que se conoce como “las cajas de Ward”. Estas cajas herméticas protegían las plantas de los climas adversos y las condiciones de viaje, permitiendo la introducción de especies exóticas en Europa y otras partes del mundo. Así, los terrarios se convirtieron en una herramienta clave para la expansión de la jardinería y el estudio botánico.

Los terrarios representan más que un simple elemento decorativo; son un testimonio de la pasión por la naturaleza y la innovación científica. Su capacidad para cultivar y proteger plantas en espacios reducidos los ha convertido en un puente entre la ciencia y el arte. Hoy en día, su popularidad sigue creciendo, desde hogares hasta museos y jardines botánicos.

Si quiere llevar un pedazo de naturaleza a su hogar, los talleres de Variegad le ofrecen la oportunidad de aprender técnicas personalizadas para diseñar mini jardines en vidrio. Con estas sesiones prácticas, podrá convertirse en un experto en la creación de ecosistemas en miniatura.

Para más información, comuníquese al 8916-9676 o siga las redes sociales de @Variegad.