A sus 83 años, Olívar Mena, conocido cariñosamente como “Bolívar”, se ha convertido en sinónimo de alegría y energía en la comunidad de Frailes, en el cantón de Desamparados.
Su vida es una celebración del trabajo arduo, la disciplina y un profundo amor por el campo, que lo mantienen vibrante y activo, como un chiquillo que disfruta cada momento de su existencia (ver nota completa en el video adjunto).
“Cuando digan que yo soy amargado, se termina el mundo”, dice entre risas, reflejando en esas palabras su filosofía de vida.
Para él, cada día es una nueva oportunidad para bailar mientras trabaja en su finca, donde cultiva café, limones, bananos, plátanos, y gran variedad de productos. Su risa contagiosa y su amor por la música llenan el aire, convirtiendo la labor agrícola en una fiesta cotidiana.
“Bolívar” no solo es un agricultor; también es un amante de la poesía y las retahílas. No es raro encontrarlo cantando melodías populares mientras siembra, añadiendo un toque artístico a su vida en el campo. Sus versos y canciones, cargados de sabiduría y humor, son un reflejo de su espíritu indomable.