Un santuario donde caballos rescatados dan esperanza a los más necesitados está marcando la diferencia en las vidas de niños y jóvenes con discapacidades. A través de la equinoterapia, esta organización ofrece una oportunidad única para promover el desarrollo físico, emocional y mental de sus participantes.

La fundación ARES, aliada clave de la asociación, rescata y rehabilita caballos que luego se convierten en compañeros esenciales para las sesiones de terapia. En este santuario, no solo se ofrecen segundas oportunidades a los equinos, sino también a los más vulnerables de la comunidad.

Natasha Solera, con 20 años de experiencia, lidera esta noble causa con pasión y dedicación. Bajo su dirección, más de 20 niños y jóvenes se benefician actualmente del programa de terapia equina, disfrutando de los efectos positivos que esta experiencia proporciona.

“La conexión con los caballos genera confianza, mejora el equilibrio y fortalece la autoestima de los participantes. Cada sesión es un paso hacia su bienestar integral”, comenta Solera.

Para continuar transformando vidas, la Asociación Costarricense de Hipoterapia está en busca de padrinos y colaboradores. El apoyo financiero permite cubrir los costos de mantenimiento de los caballos, las terapias y la expansión del programa a más personas que lo necesitan.

Si deseas apoyar esta causa, puedes comunicarte al teléfono 6068-8534 o visitar sus redes sociales en @asoc.costarricense.de.hipoterapia. Cada aporte cuenta para seguir construyendo un futuro de inclusión y esperanza.

La equinoterapia es mucho más que una terapia; es una herramienta de inclusión, superación y amor por la vida. En este rincón de Costa Rica, caballos y humanos unen fuerzas para sanar y crear un impacto positivo en la sociedad.