El presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), Juan Manuel Quesada, expresó, este miércoles, sus sospechas de que la reciente contaminación del agua con hidrocarburos en una planta potabilizadora de Guadalupe, San José, fuera intencional.

"El hidrocarburo no cae del cielo ni se genera en nuestras fuentes de agua. Alguien, con mala intención, contaminó una de nuestras fuentes o, de forma irresponsable, vertió el hidrocarburo en el agua", afirmó Quesada.

La investigación para determinar a los responsables está en manos de las autoridades judiciales, quienes, según Quesada, deben de actuar con celeridad.

El incidente, que dejó sin agua potable a más de 120.000 personas en Tibás, Moravia y Goicoechea, ocurrió el viernes pasado cuando la planta de Guadalupe detectó la presencia de un hidrocarburo.

La desconexión inmediata provocó que miles de habitantes pasaran el fin de semana sin acceso al servicio.

Por su parte, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, expresó que lo más seguro es que exista “mano peluda”, y subrayó la necesidad de proteger el recurso hídrico e investigar lo ocurrido.

"Seguiremos jugando defensa contra todos, desde los narcotraficantes hasta quienes estén contaminando las fuentes de agua para los hogares y las empresas costarricenses", manifestó el mandatario.

Tras el análisis de nuevas muestras, el AyA confirmó que la planta potabilizadora de Guadalupe está libre de contaminantes y reanudó el suministro a las zonas afectadas.

Quesada destacó que la rápida respuesta ante el incidente se debió a la activación del sistema de alarma automática de detección de hidrocarburos implementado en la planta, la segunda más grande del país.