Amoroso, de carácter fuerte, buen hermano y excelente hijo. Así recordarán los padres y familiares a Samuel Arroyo Valverde, un niño feliz hasta el último segundo de vida.
Este vecino de Zapote fue víctima mortal e inocente de la balacera, ocurrida el domingo anterior. Eran las 11:30 p. m. cuando una bala perdida lo impactó mientras dormía en su cama. Pese a todos los esfuerzos de los médicos, murió tres días después en el Hospital Nacional de Niños.
Luis Arroyo, padre del menor, compartió con Teletica.com un poco sobre la vida de su hijo y, además, cómo desean que sea recordado de ahora en adelante.
"Mi hijo era amoroso, tenía un carácter muy fuerte, pero era muy amoroso, muy bueno para las matemáticas, un excelente hijo, cooperador, ayudador. Era un excelente hermano, le decían que era el fuerte de los tres. Defendía a todos los del aula de él y no le gustaban las injusticias, le gustaban las cosas rectas", relató.
De hecho, mientras permanecía internado en el hospital, varios compañeros de su escuela le enviaron mensajes y dibujos de motivación y esperanza a la familia. En todos se notaba el aprecio tan grande que le tenían, y el deseo de que pudiera salir adelante.
Para la familia, la única forma de salir adelante ahora es por medio del amor de Dios, pese a que no siempre entienden sus planes.
"Dios nos ha dado fortaleza para llevar esta situación y yo sé que las cosas van a estar bien. Nos va a hacer mucha falta, pero sabemos que él cumplió su tiempo en esta vida (...) Yo deseara tener respuestas de todo lo que pasó. Él no tenía sueños de vender droga ni matar gente, tenía sueños inocentes, ganas de vivir y de disfrutar sus días. En momentos incomprensibles como este, uno tiene que saber que Dios es perfecto y que nunca se equivoca", añadió.
La familia Arroyo Valverde no se cansa de agradecer la labor de los médicos, tanto del Hospital Calderón Guardia, donde lo llevaron en primera instancia, como del Hospital Nacional de Niños. El papá cuenta que ellos lucharon cada segundo para que su hijo saliera con vida del centro médico.
"Para mí, ellos son unos héroes, son personas admirables, mantuvieron a mi hijo vivo hasta que ya no hubo más que hacer. La ciencia humana llega hasta cierto límite y hasta ese límite llegaron ellos. Estamos agradecidísimos con el Calderón Guardia y con el Hospital de Niños. Yo vi el empeño, la frustración y la fuerza que usaron ellos para que mi niño sobreviviera", concluyó.
La despedida de Samuel se realizará en la Iglesia Monte de Dios, en Zapote, y luego será pasado al Cementerio de esa misma localidad, donde soltarán globos blancos al cielo en su honor.