El pintor que sobrevivió al mortal accidente en Escazú el fin de semana anterior planeaba otros proyectos de construcción junto a su compañero fallecido en el mismo percance.
Una fractura en la tibia y peroné de su pierna derecha fue la principal lesión que sufrió Johnny Solano tras ser atropellado en Guachipelín.
Alfaro estaba sentado en el centro de la parada cuando el vehículo conducido por un médico jubilado chocó contra la estructura y provocó la muerte a su compañero José Ángel Ávalos Mesén.
En ese hecho también fallecieron Samuel Serrano Gutiérrez y su esposa Maura Pacheco Rodríguez, quienes viajaban en una motocicleta.
Para este pintor profesional, vecino de Bello Horizonte de Escazú, es un milagro estar vivo, ya que el carro lo golpeó con más fuerza que a su compañero, a quien conoció 22 días antes.
“Yo estaba en el centro de la parada y mi compañero totalmente afuera, el golpe más duro me lo llevé yo supuestamente, pero el que murió fue él. Cuando el carro pegó él tenía que haber salido volando o un golpe, pero no tan fuerte”, recordó.
El obrero, quien es padre de dos niños de 8 y 14 años, recuerda el mismo día de la tragedia planeaba con su compañero fallecido hacer otros proyectos en construcciones.
“Estábamos hablando que la señora que le da trabajo él tenía más proyectos y que él me iba a llevar y nos íbamos a llevar bien, estábamos hablando del futuro y me habló de la hija y de la esposa y que con la plata que iba a recibir iba a comprar unas cosas y eso fue lo último”, añadió.
Solano, de 46 años, permanece internado en el Hospital del Trauma, ya que debe ser operado la próxima semana, sabe que el proceso de recuperación será lento y prolongado, por eso le preocupa el sustento de su familia.
Si desea ayudar a este hombre puede hacerlo vía Sinpe al 6277-1818 a nombre de Silkey Madrigal Marín.