Paola Amador, la sobreviviente del accidente aéreo en Pico Blanco de Escazú, aseguró en una entrevista con Instituto Nacional de Seguros (INS) que le gustaría escribir un libro. Además, relató cómo ha evolucionado su salud.
"El proceso de recuperación ha sido un poco complicado. Han sido varias cirugías, desde el inicio me querían hacer todas de un solo, pero hubo complicaciones, entonces me tuvieron que hacer solo una. Ha sido poco a poco que las van haciendo. El lunes fue la última, la de los tobillos, fue un proceso más lento, pero siento que si he avanzado bastante rápido", dijo Amador.
El 24 de diciembre la joven cumplirá un mes de internamiento en el Hospital del Trauma, donde tiene días pensando en el libro que le gustaría escribir.
"Cuando a mí me rescataron, uno de los cruzrojitas me dijo que debería hacer un libro de esta historia, porque para ellos fue algo increíble, desde entonces se me llenó la cabeza de ideas y dije que sí sería buena idea sacar un libro contando toda la historia de lo bueno y lo malo, es un sueño poder hacerlo", agregó la sobreviviente.
Del accidente dice que casi no recuerda nada, a pesar de que al inicio estaba consciente. Afirma que su mente ha bloqueado casi todo, pero que sí tiene pesadillas con la tragedia.
"Del accidente yo recuerdo que me decían que no me durmiera. Yo cerraba los ojos, me quedaba dormida, volvía a abrir los ojos. Me preguntaban si tenía hijos, si tenía algún contacto. Ellos me comentaban que yo hablaba mucho también, no sé en qué estado estaba yo, pero no recuerdo muchas cosas.
"He tenido sueños y pesadillas que estoy con los ojos cerrados y escucho gritos alrededor, no sé si es que mi subconsciente no quiere sacarlo a la luz", concluyó la joven madre de dos niñas de cuatro y cinco años.
En el accidente aéreo fallecieron el piloto Mario Miranda y la copiloto Ruth Pamela Mora, así como los pasajeros Jean Franco Segura, Enrique Castillo y Gabriela Callejas.