La irrupción a corto o medio plazo en el mercado europeo de la potente NBA, un objetivo que ambicionan sus responsables, presentes esta semana en París, tienen en vilo al básquetbol del Viejo Continente, pese a que los planes de la liga estadounidense sean aún muy vagos.
Con el peso de los 76.000 millones de dólares en derechos televisivos asegurados hasta 2036 (a partir de la próxima temporada), cuando la NBA viaja a Europa los cimientos del tradicional básquet europeo tiemblan.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, no desaprovecha la ocasión desde hace seis meses de destacar su deseo de implantar la liga estadounidense en Europa, más allá de los partidos de liga regular organizados en París desde 2020.
Este jueves y sábado, en el Bercy Arena, los San Antonio Spurs del ídolo francés Victor Wembanyama, ya convertido en una de las estrellas de la NBA, se medirán a los Indiana Pacers.
Presente en Francia en agosto durante los Juegos Olímpicos, Silver habló del deseo "de los propietarios de las franquicias por invertir más en el baloncesto mundial".
"No hay un plan específico por ahora referente a Europa, pero examinamos de cerca esta oportunidad", matizó en setiembre, aunque añadió: "Creo que existe un consenso sobre el hecho de que el nivel de interés por el básquebol en Europa no es proporcional a sus actividades comerciales".
El dinero como motor
Es el caso particularmente de la Euroliga, competición privada y casi cerrada creada en 2000 por los grandes clubes europeos, que abandonaron la tutela de la FIBA (Federación Internacional) en gran parte justamente para aumentar sus ingresos.
Un cuarto de siglo después, el torneo continental brilla por su interés deportivo, pero la mayoría de los clubes participantes pierde dinero: por ejemplo, 20,8 millones de euros (21,6 millones de dólares) en el caso del Real Madrid en la temporada 2023-2024, según medios especializados.
Las claves es sobre todo la casi inexistencia de derechos televisados, pese al contrato con la agencia de marketing IMG, renovado hace dos semanas hasta 2036 pese a que aún restaba un año para llegar al final del acuerdo.
Difícil verlo como una simple coincidencia, un mes después de que la Euroliga anunciase que organizará la próxima Final 4 (del 23 al 25 de mayo) fuera de Europa por primera vez, en Abu Dabi, que habría pagado varias decenas de millones de euros, según los medios especializados, y con el objetivo de implantarse en un nuevo mercado (el de Oriente Medio) en el que la NBA ya invierte (con partidos de pretemporada deslocalizados en la región).
"Es bueno tener a alguien que te apoye y con el que puedas trabajar codo con codo para hacer crecer el producto. Y, evidentemente, mantener a todo el mundo unido en esta época de turbulencias", se felicitó el patrón de la Euroliga, Paulius Motiejunas, en declaraciones al medio estadounidense The Athletic.
Según la Euroliga, el nuevo compromiso implica la renovación de licencias a los 13 clubes accionistas, que se habrían comprometido a seguir en la competición hasta 2036.
Póquer mentiroso
Pero el acuerdo también tiene cláusulas escapatorias, según admitió el presidente ejecutivo de IMG, Adam Kelly, a The Athletic: "Si los resultados no son acordes a las expectativas, nunca retendremos a las partes con contratos injustos".
Parece que se ha iniciado una especie de 'póquer mentiroso', donde cada campo avanza posiciones, según la expresión utilizada por el presidente de la Liga de Básquet Francesa (LFB) Philippe Ausseur, en declaraciones a la AFP.
"Hoy todo el mundo se observa. Creo que hay que esperar para ver algo más claro, pero desde mi punto de vista nada está decidido en este momento, incluido, yo creo, con la Euroliga", añadió el dirigente galo.
Por su parte, el secretario general de la FIBA, Andreas Zagklis, admitió en diciembre "negociaciones en curso" con la NBA para respetar "a las selecciones y a los campeonatos nacionales".
Adam Silver negó en agosto querer "cambiar el corazón del básquetbol europeo", muy diferente al norteamericano. "Hagamos lo que hagamos, lo importante es que se inscriba en la estructura del baloncesto europeo".
Precisamente, ¿de qué forma podría llegar a Europa una NBA que, ante todo, concibe el deporte como un negocio de entretenimiento?: ¿Un acuerdo comercial? ¿Partidos entre sus franquicias y los clubes europeos? ¿Una competición, existente o no, bajo el nombre de NBA Europe?
"Dentro de un mes veremos dónde estamos", declaró en diciembre Andreas Zagklis. Un mes después, el panorama aún no ha quedado despejado.
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Los planes de la NBA tienen en vilo al básquet europeo
Cuando la NBA viaja a Europa los cimientos del tradicional básquet europeo tiemblan.
AFP Agencia ENE. 21 2025