Redacción: Miguel Fallas

Comenzar el día con pequeños actos de organización y cuidado personal puede marcar una enorme diferencia en su bienestar y productividad. Un ejemplo sencillo, pero poderoso, es tender la cama al despertar.

Este hábito, aunque parezca trivial, crea una sensación inmediata de orden y logro, enviando a su mente el mensaje de que ya ha completado una tarea. Este primer paso no solo organiza su espacio físico, sino también su estado mental, estableciendo un tono positivo y motivador para el resto de la jornada.

Otro ritual matutino transformador es combinar la hidratación con afirmaciones positivas. Sírvase un vaso de agua y empiece a tomárselo mientras se repite frases positivas. Al hacerlo, no solo estará revitalizando su cuerpo tras las horas de sueño, también estará programando su mente con pensamientos optimistas y alentadores (repase la información en el video adjunto). 

Más que simplemente repetir frases, es importante sentir y creer en esas palabras para que realmente impacten su ánimo y enfoque. Este hábito puede ser el impulso que necesita para enfrentar el día con mayor confianza y energía.

Finalmente, abrir las ventanas y llenar su hogar de aromas frescos, como cítricos o hierbas relajantes, puede revitalizar sus sentidos y generar un ambiente acogedor. El aire fresco oxigena su cuerpo, mientras que los aromas estimulan su mente, promoviendo calma y alegría.

Este pequeño gesto le conecta con el presente, recordándole que el cuidado del entorno es también una forma de cuidarse a usted mismo. Con estos simples hábitos, puede transformar sus mañanas en un espacio de renovación y equilibrio.

Para más información puede contactar Iside Sarmiento consultora de bienestar al Whatsapp 8851-8899 o en su página de Instagram que Viva Feng Shui.