El diputado Leslye Bojorges (PUSC) presentó un proyecto de ley que permitiría la “caza controlada” de cocodrilos y caimanes en el país.

Se trata de una reforma a la Ley de Conservación de la Vida Silvestre que se tramita bajo el expediente 24.752.

Esa modificación obligaría al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) a realizar y ejecutar un plan de manejo específico para las poblaciones silvestres de cocodrilos Crocodylus acutus y caimanes Caiman crocodilus.

Ese plan, según el proyecto, tendría como objetivo controlar y dar seguimiento a ambas especies en todo el país.

“Este plan deberá desarrollar una metodología operacional que aborde un estudio poblacional actualizado anualmente, así como los programas y protocolos de manejo inmediato, reubicación, captura, monitoreo, caza controlada y señalamiento en zonas de riesgo, especialmente en áreas turísticas o de alta interacción negativa entre humanos y estas especies”, dice la iniciativa.

Según Bojorges, ese enfoque permitiría “un método efectivo” para manejar la población de estos animales y que "se permita la captura de individuos que representen un riesgo para las comunidades, mientras se protege a los cocodrilos en áreas donde su presencia es menos problemática".

“Esta estrategia no solamente busca proteger a las comunidades, sino también asegurar la viabilidad a largo plazo de la población de cocodrilos en el país” (…) Y sería “una herramienta adicional para minimizar los riesgos de encuentros peligrosos entre humanos y está población, al tiempo que se gestiona de manera más efectiva la densidad poblacional de la especie a lo largo del país”, dijo el legislador en su justificación.

El socialcristiano precisó que en Costa Rica la caza de estos animales está prohibida desde inicios de la década de los 90 luego de que en los años previos se reportara una sobreexplotación por los mercados de pieles y carne, que llevaron a que Costa Rica lo declarara una especie en peligro de extinción.

Sin embargo, añade, esas medidas de preservación han derivado en un “crecimiento exponencial” de las especies y con esto, dice, problemas para comunidades y el turismo.

“La presencia de cocodrilos y caimanes en las zonas costeras de Costa Rica genera una serie de problemas que afectan tanto a las comunidades locales como al turismo, y que además también tienen un impacto económico, ya que los cocodrilos están representando un riesgo real para la seguridad de las personas que viven y visitan estas áreas.

“Los ataques a humanos y mascotas son cada vez más frecuentes, lo que provoca un temor real de incertidumbre y miedo entre los turistas y residentes. Este temor no solo afecta la calidad de vida de los residentes, sino que también crea un ambiente desfavorable para el turismo, una de las principales fuentes de ingresos en estas regiones”, añadió.

Posiciones encontradas

En agosto pasado, un estudio del SINAC junto a especialistas de la Universidad Nacional (UNA), así como profesionales en la materia, concluyó que no existe una sobrepoblación de estos reptiles en el país.

Sin embargo, en ese mismo mes, el presidente Rodrigo Chaves aseguró que analiza el tema con el ministro de Ambiente, Franz Tattenbach.

“La caza en este país está prohibida por ley y hay un lobby ambientalista extremo que va hacer mucho ruido, lo cierto es que se requiere un plan para el manejo de los cocodrilos. Los técnicos nos dicen que no hay una sobrepoblación, pero he visto la preocupación del pueblo y se debe diagnosticar si hay un problema real”, afirmó en una de sus conferencias de prensa semanales.

Chaves insistió en que tanto la piel como la carne de los cocodrilos son “valiosos”.