La Fiscalía indagó a la directora de un centro educativo privado por el delito de tortura contra niños entre los tres meses y 12 años, algunos de los cuales han sido diagnosticados con trastorno del espectro autista.
La imputada es la directora del Montesori Community School, ubicado en Moravia (ver video adjunto de Telenoticias).
Ella ya fue indagada por la Fiscalía, es decir, pusieron en su conocimiento los hechos por los cuales es objeto de investigación.
El expediente señala que se recibió la siguiente información confidencial:
"Obliga a los niños a comer de manera violenta, metiéndoles la cuchara en la boca y si estos se vomitan los obliga comerse la comida con el vómito, además de que los encierra en el baño, los deja sentados todo el día en forma de castigo y a los niños que lloran les envuelve la cabeza en una cobija y los agrede físicamente.
“A partir de la información obtenida, los oficiales de la sección de delitos contra la integridad física, tránsito, se abocaron a realizar una serie de diligencias de investigación con el norte de corroborar o descartar los hechos denunciados, la cual culminó con la presentación del informe 807-RCI-SDCIFT-2024, en el cual solicitan al Ministerio Público se gestione ante el juzgado correspondiente solicitud de allanamiento, registro y secuestro urgente".
Tras las entrevistas realizadas por los agentes judiciales, todo contenido en el expediente judicial del caso, se señalan varios casos.
El informe del OIJ indica:
"En el año 2024 a los niños del área de baby center que son bebés de 04 meses a 10 meses, la imputada como método de tortura, dirigido a causar intencionalmente dolor o sufrimientos graves, físicos o mentales de las de las víctimas, niñas, niños y adolescentes que en razón de su cargo como directora del centro de estudios los tenía bajo su custodia o control, no permitía que los pequeños infantes durmieran, ni que persona alguna los alzara aún y cuando estuvieran llorando, la idea era amaestrarlos como perros para que los niños se acostumbraran a dormir cuando estuvieran en su casa, si un niño o niña se quedaba dormido la imputada regañaba a las profesoras y sacudía fuertemente a las personas menores de edad para que se despertaran, con esta población además la justiciable indicaba: ‘que le pudre darles chupón’, por lo que ordenó que los bebés debían de tomar chupón sentados sobre el piso y no permitía que les sostuvieran el biberón, ya que consideraba que los niños debían de aprender a sostener la botella solos y si no lo podían hacer entonces se quedaban con hambre a tal punto que la leche que los padres y madres enviaban, la encartada la guardaba o la botaba".
El informe narra el caso de un menor de 10 meses:
"Este niño pasaba el día tranquilo y feliz, pero su nivel de afectación emocional era tal que al momento en que la justiciable llegaba al recinto, el infante lloraba y gritaba desesperadamente, por lo que la encausada lo agarraba lo tiraba al aire y lo trasladaba fuera del aula y lo sentaba sin que pudiera moverse, así como en otras oportunidades lo trasladaba hasta el tubo y le echaba agua en el rostro, le pegaba nalgadas y por las piernas y le enrollaba cobijas en el rostro, para no escuchar el llanto del bebé además de que decía que era para enseñarle autocontrol, y que se durmiera, en por lo menos una oportunidad la encartada llevó a Antonio al play bajo el sol y lo puso en la gramilla, el niño se puso a gatear en el zacate sintético el cual estaba extremadamente caliente y manifestó: vea lo que le hice a Antonio y se puso a reír, luego lo traslado al área de la cocina y lo metió bajo el chorro del agua, al día siguiente Antonio, se enfermó y faltó a clases durante varios días y en otras oportunidades agregó: ‘que no lo soportaba, que la tenía loca y que lo odiaba’”.
Relata el documento que a otro menor de 8 meses, cuando lloraba y para silenciarlo, le envolvía la cabeza con una cobija.
En el caso de un menor de 4 años se relata lo siguiente:
"En varias oportunidades lo tomó con fuerza y le dio la comida en dos minutos, le metió a la boca cucharadas grandes de comida y lo hacía tragar a la fuerza hasta hacerlo vomitar para luego obligarlo a comerse la comida que había vomitado".
A una niña de tres años, la imputada, según la investigación:
"En por lo menos una oportunidad la justiciable le estaba dando de comer y como Sofía ponía resistencia, la encartada le metió la cuchara tan duro que le rompió el paladar, provocando que la niña sangrara mucho, luego de lo cual la niña se vomitó y la justiciable la tomó con fuerza abrió el tubo y le metió la cabeza en el agua, la menor se estaba ahogando y una de las profesoras se metió e increpó a la sospechosa y le dijo qué era lo que estaba haciendo y está le dijo: que viera que la chiquita se había mordido, la justiciable ha comentado que no soporta a (se omite el nombre)".
En otro de los casos que se relata se habla de comentarios discriminatorios u ofensivos.
"En una oportunidad la agarró y la bañó en la pila con agua fría y decía que la chiquita olía feo, todo esto mientras la menor lloraba copiosamente.
"En otra oportunidad la encartada le rompió la boca con la cuchara porque le dio de comer de forma rápida y violenta, además de gritarle a Kai ‘usted no sigue instrucciones, si usted no sigue instrucciones le saco los dientes con las pinzas’”.
Tras una consulta de Telenoticias esto indicó el Ministerio Público:
"La Fiscalía adjunta de atención de hechos en perjuicio de niñas, niños y adolescentes (FANNA) informó que investiga a una mujer de apellidos Rojas García, como sospechosa de cometer el aparente delito de tortura.
“El caso se encuentra en la etapa preparatoria, la cual consiste en la recolección y análisis de prueba, por lo que no es posible referirse a mayores detalles, en apego al artículo 295 del código procesal penal".
La población estudiantil de dicho centro privado de educación es de 107 personas menores de entre los 3 meses a los doce años.
Telenoticias procuró la versión de la directora imputada en este caso, esta tarde su abogada, Alejandra Araya, se comunicó con este medio y envió la siguiente posición con respecto a las denuncias e investigación que llevan a cabo el OIJ y la Fiscalía.
“Desde la creación de la institución, mi representada ha seleccionado de manera rigurosa al personal encargado de los menores, manteniendo estrictos protocolos que resguardan la seguridad e integridad de los estudiantes, a partir de las denuncias anónimas realizadas por exfuncionarias de la institución y la campaña impulsada en redes sociales, mi representada se puso a las órdenes de las autoridades correspondientes para colaborar con toda la investigación que aclare esta situación, en este tiempo ella estará enfocada con la defensa, por lo que la institución seguirá funcionando con normalidad a cargo del personal docente y una coordinadora, con bien se conoce y en respeto de la normativa procesal nos vemos impedidos de manifestar detalles de la causa, únicamente aclarar que ejerceremos la defensa con la cual demostraremos la inocencia en esta investigación”.