La declaración de una jueza en el debate por el caso conocido como “Pancho Villa” provocó un choque entre el Ministerio Público y la barra de la defensa, la mañana de este viernes, en el Tribunal Penal Especializado en Delincuencia Organizada, en San José.

Se trata de una decisora de apellido Murillo, a quien le correspondió conocer y ordenar varias diligencias durante la etapa inicial del expediente seguido contra la organización por supuesto narcotráfico y presunta legitimación de capitales.

Lo anterior a pesar de que, según declaró uno de los aparentes miembros del grupo, de apellido Campos, mantuvo una “relación sentimental” con la juzgadora.

Ese vínculo y sus resoluciones motivaron la apertura de una investigación contra Murillo por los supuestos de incumplimiento de deberes (en relación con la obligación que presuntamente tenía de inhibirse) y abuso de autoridad. Dicho proceso acabó en un sobreseimiento definitivo y se mantiene en firma. Esto significa que el hecho que se denunció o no era delito, o no fue cometido por el imputado.

Es en virtud de lo anterior que la Fiscalía Adjunta Especializada en Delincuencia Organizada (FAEDO) considera que procede lo resuelto por la Sala Constitucional en el fallo 2480-97: que la jueza pueda abstenerse de declarar en el debate.

Sin embargo, desde el punto de vista de los representantes legales, esa situación no es tal, pues los hechos por los que se persiguió a la decisora ya son cosa juzgada.

Además, el abogado de Campos, Juan Carlos Peralta, adujo que las preguntas que se relacionan con su solicitud de que Murillo declare como testigo ni siquiera tienen que ver con la pesquisa que se siguió a la juzgadora, sino con “temas procesales”.

En ese sentido, el exmagistrado Celso Gamboa, en su calidad defensor del presunto cabecilla de la estructura, de apellido González, adujo el interés por escuchar el testimonio de la jueza, con el fin de averiguar la verdad real de los hechos y si, en el proceso que se le sigue a su cliente, existió o no alguna violación al debido proceso.

En esa línea, Peralta adelantó que era posible, dependiendo de lo que declare la decisora, que él presentara una actividad procesal defectuosa. Esta figura cuestiona, precisamente, una actuación judicial por un posible irrespeto a las garantías procesales que tienen todos los ciudadanos.

Será hasta la 1:30 p. m. de este mismo viernes que el órgano jurisdiccional resuelva de qué manera se procederá con el testimonio de Murillo.

El contradictorio arrancó el 4 de marzo anterior y avanza en la etapa de recolección de prueba testimonial. En el juicio figuran 14 hombres y una mujer como acusados.