Mediante pruebas de reacción al químico luminol, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) halló rastros de sangre en la vivienda de la Tamara Centeno, la embarazada de 20 años de edad desaparecida desde el miércoles anterior.

La Policía Judicial ejecutó un allanamiento en la casa situada en San Ramón desde las 3:00 p. m. del viernes hasta las 7:00 a. m. del sábado, en busca de evidencias que permitieran dilucidar qué ocurrió con la joven.

Mientras estaba en desarrollo la diligencia, a eso de las 5:00 p. m. del viernes, se reportó el hallazgo de un cuerpo oculto en bolsas de plástico negras en la calle de lastre conocida como La Granja, entre San Ramón y Palmares.

Dicho cadáver corresponde, preliminarmente, al de Centeno.

El Organismo de Investigación Judicial detalló la tarde de este sábado, luego de practicada la autopsia, que el cuerpo presentaba múltiples golpes y, debido a sus condiciones, no fue posible confirmar que se trata de la joven.

Para determinar tal situación deberán efectuarse una serie de análisis forenses en los próximos días.

Entretanto, el esposo de la muchacha, un estadounidense de apellido Moriondo, de 60 años, fue detenido después de que —supuestamente— se autoinfligiera lesiones.

Al sujeto se le puso a las órdenes del Ministerio Público tras la respectiva atención médica en el Hospital Carlos Luis Vega, en San Ramón. Ahora, la Fiscalía deberá determinar su situación jurídica; lo que incluye una valoración de medidas cautelares.