Cinco de las seis personas que viajaban en la aeronave que se accidentó en Pico Blanco la tarde de este lunes perdieron la vida.
"Su partida deja un vacío irreparable a quienes tuvimos la fortuna de conocerlos", escribió en sus redes sociales Patricia Forero, gerente de operaciones de Horizontes Nations Tours Costa Rica, empresa a la que estaba ligado Jean Franco Segura y a la que había entrado a laborar apenas hace tres meses.
El joven de 28 años nació en Guápiles, pero sus sueños profesionales lo llevaron hasta Cartago, donde estudió un bachillerato en Turismo Ecológico, en la sede regional de la Universidad de Costa Rica en Paraíso. Se graduó a sus 25 años.
Forero también lamentó profundamente la muerte de Gabriela Calleja, mujer de 64 años, que estuvo ligada a Horizontes Nations Tours desde su fundación hace cuarenta años.
"En estos momentos de profunda tristeza y conmoción, estaremos acompañando a las familias dolientes, a quienes daremos nuestro apoyo incondicional. Extendemos nuestras más sinceras condolencias a las familias y seres queridos de Jean Franco y Gaby", lamentó la gerente.
El ministro de Turismo, William Rodríguez, también se refirió en sus redes sociales a Calleja, destacando su compromiso por el ambiente y el turismo sostenible.
"A doña Gabriela Calleja Montealegre, presidenta de la Fundación Horizontes, tuve el privilegio de conocerla. Su compromiso con el turismo sostenible y su liderazgo en nuestro sector turístico dejaron una huella que permanecerá en todos los que tuvimos la suerte de coincidir con ella.", escribió Rodríguez.
Además de estas dos víctimas, Enrique Castillo Incera también perdió la vida en el siniestro aéreo. Este empresario de 56 años y padre de dos hijos de 31 y 32 años era vicepresidente de "Hotel Pachira Tortuguero", sociedad anónima dueña del hotel Pachira Lodge.
El hotel está ubicado a solo cinco minutos del Parque Nacional Tortuguero, región de donde despegó el avión accidentado. Además de esta empresa, Castillo estaba ligado a diversos negocios turísticos en la zona, entre ellos, de transporte.
Además de estas tres personas ligadas al sector turismo, Ruth Mora es también una de las personas que murieron en la tragedia. Esta joven de 26 años allegados la describen como una apasionada de la aviación.
"Ella era demasiado inteligente, amaba lo que hacía y decía que si algo pasaba ella iba a morir feliz haciendo lo que la apasionaba", escribió una familiar de Mora en sus redes sociales.
Además, un compañero de trabajo destacó a través de sus redes sociales la seguridad y la sonrisa que caracterizaba a Ruth Mora.
"Durante éstos años le ví entusiasmada y siempre sonriente. Construyendo sus sueños, acumulando horas de vuelo y experiencias. El martes pasado nos cruzamos y saludamos. Ella siempre feliz y me hizo gracia que andaba un perfume de aroma intenso y se le notaba un estado de mucha seguridad y calma.
"Así es como la quiero recordar, pues los trágicos acontecimientos de la vida, no podrán pesar más de lo que permitamos", publicó el compañero de la joven minutos después de que trascendiera la trágica noticia de su muerte.
Las autoridades confirmaron que la joven tenía licencia de vuelo, sin embargo, en el manifiesto del vuelo ella no figura como copiloto de la aeronave.
Esta joven también era apasionada por el clarinete. Ella formó parte de la banda Cedes Don Bosco, colegio del cual se graduó en el 2016. En el año 2020 obtuvo su licencia de piloto privada.
Según confirmó CPEA Flight School a través de su Facebook, en octubre la joven logró aprobar el chequeo multimotor, un requisito fundamental para volar aviones de más de dos motores.
El quinto fallecido es Mario Alberto Miranda. Tenía 40 años. Su padre también era piloto y, al igual que él, falleció en un accidente aéreo mientras viajaba hacia Tortuguero.
A través de sus redes sociales, Miranda publicaba con frecuencias las fotografías de sus viajes, y mostraba orgulloso lo importante que era para él el oficio de volar.
Los esfuerzos de las autoridades se concentran ahora en la extracción de los cuerpos.