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Ataque deja 12 niños y adolescentes israelíes muertos en los Altos del Golán
Los proyectiles fueron lanzados desde Líbano hacia la zona de Majdal Shams, actualmente ocupada por Israel.
BBC News Mundo 29/7/2024 05:39
Al menos 12 niños, adolescentes y jóvenes murieron y decenas resultaron heridos en un ataque en un campo de fútbol en los Altos del Golán, una disputada región de Siria ocupada por Israel, según los servicios de emergencia israelíes y portavoces militares.
Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) informaron que un misil cayó sobre el área de Majdal Shams de ese territorio.
El ataque es el más mortal que se ha dado en la región desde la escalada de intercambio de fuego entre el ejército israelí y Hezbolá a través de la frontera, al inicio de la guerra en Gaza en octubre.
Un video verificado muestra numerosas personas en un campo de fútbol y víctimas siendo llevadas en camillas hasta las ambulancias. Las autoridades israelíes dijeron que todos los muertos en este ataque tenían entre 10 y 20 años.
Las FDI responsabilizaron a la organización Hezbolá del ataque, pero Mohamad Afif, el director de la oficina de medios de esa agrupación, negó rotundamente que hubiese "relación alguna con el incidente en Majdal Shams".
"Todas las acusaciones [de involucramiento del grupo] son falsas", agregó.
Majdal Shams es una de las cuatro aldeas de los Altos del Golán, donde viven unos 25.000 miembros del grupo étnico y religioso druso de habla árabe y donde se produjo el ataque.
La BBC está tratando de verificar los informes de que el grupo militante dijo a las Naciones Unidas que la explosión fue causada por un cohete interceptor israelí.
Horas después y como respuesta al ataque en la cancha de fútbol, la fuerza aérea de Israel dijo que atacó "objetivos terroristas" de Hezbolá en el Líbano a primera hora del domingo, en concreto, contra siete objetivos "en lo profundo del territorio libanés", incluidos "alijos de armas e infraestructura terrorista". En este caso, no está claro si hubo víctimas.
Antes de que se conocieran los reportes sobre el impacto del ataque a la cancha de fútbol, Hezbolá se había atribuido la responsabilidad de cuatro ataques, incluido uno contra el cuartel general militar de la Brigada Hermón, en las laderas del monte Hermón.
La base está a unos tres kilómetros del campo de fútbol donde se produjo la explosión.
Los ataques a la cancha de fútbol se produjeron tras un ataque israelí en el Líbano en el que murieron cuatro militantes.
Aunque Israel y Hezbollah intercambian disparos regularmente y ambos han sufrido bajas, desde octubre ambas partes se han abstenido de acciones que podrían derivar en una guerra más amplia en el sur del Líbano.
"Hezbolá pagará un alto precio"
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que estaba de visita oficial en Estados Unidos, adelantó su regreso.
Netanyahu dijo a un líder de la comunidad drusa de Israel en una llamada telefónica que "Hezbolá pagará un alto precio, del tipo que hasta ahora no ha pagado", según un comunicado de su oficina.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, declaró al canal 12: "Estamos enfrentando una guerra total".
En una airada declaración, el jeque Mowafaq Tarif, líder de la comunidad drusa en Israel, dijo que la "horrible masacre" había cruzado "todas las líneas rojas posibles".
El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó el incidente de "terrible y espantoso desastre" y dijo que "el Estado de Israel defenderá firmemente a sus ciudadanos y su soberanía".
El gobierno del Líbano también emitió una declaración poco común en respuesta, diciendo que "condena todos los actos de violencia y agresión contra todos los civiles y pide un cese inmediato de las hostilidades en todos los frentes".
"Los ataques contra civiles son una flagrante violación del derecho internacional y van en contra de los principios de humanidad", agregó.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, declaró al programa Weekend de la BBC que no cree que Hezbolá haya llevado a cabo el ataque.
Bou Habib condenó "la matanza de civiles dondequiera que estén" y dijo que es necesario un comité internacional para averiguar lo que ocurrió.
"No creo que Hezbolá lo hiciera. Podría ser un error de los israelíes o de Hezbolá", declaró.
Calificó el ataque en Majdal Shams de "desastre", pero dice que eso no significa que deba haber "más destrucción y matanzas" y aseguró que "estamos pidiendo a Hezbolá que no tome represalias en este momento".
Estados Unidos y la UE también condenaron el ataque.
El enviado de la ONU, Tor Wennesland, denunció el incidente e instó a todas las partes a la moderación.
"Oriente Medio está al borde del abismo; el mundo y la región no pueden permitirse otro conflicto abierto", escribió en X (antes Twitter).
La mayoría de los drusos viven en el norte de Israel, Líbano, Jordania y Siria. Israel les ofreció nacionalidad israelí cuando Israel se anexó los Altos del Golán de Siria en 1981, pero solo una minoría la aceptó.
La mayoría de ellos han mantenido su lealtad a Siria.
Los drusos del Golán -que son el 1,5% de la población- pueden estudiar y trabajar en Israel, aunque solo los que tienen ciudadanía pueden votar y deben cumplir el servicio militar obligatorio.
Es el grupo no judío más grande que sirve en las FDI.
La gran mayoría de la comunidad internacional no reconoce la anexión de la zona de los Altos del Golán por parte de Israel.
*Con información de Mallory Moench, Paul Adams, corresponsal diplomático de la BBC, y Barbara Plett Usher, desde Jersusalén.
Líbano espera ver cómo reaccionará Israel
Análisis de Hugo Bachega, reportando desde Beirut
Durante meses, la vida en el Líbano ha estado dominada por la cuestión de si este país se verá arrastrado a otra guerra con Israel por Hezbolá.
El grupo inició los ataques el 8 de octubre, el día después del mortal ataque de Hamás contra Israel, diciendo que apoyan a los palestinos de Gaza.
La mayor parte de la violencia quedó contenida en las zonas fronterizas, y tanto Israel como Hezbolá han dado señales de que estaban tratando de evitar un conflicto total, que podría tener consecuencias catastróficas.
Pero siempre existió el riesgo de un error de cálculo.
El ataque del sábado contra Majdal Shams, el más mortífero de la actual violencia entre Israel y Hezbolá, podría haber sido precisamente eso.
Israel culpó al grupo, que ha negado su implicación.
Pero Hezbolá, considerado un enemigo significativamente más formidable que Hamás, se ha estado preparando para otra gran confrontación con Israel desde su último enfrentamiento, en 2006.
Según estimaciones occidentales, Hezbolá tiene unos 150.000 cohetes y misiles que podrían desbordar los sofisticados sistemas de defensa aérea de Israel.
El arsenal también incluye drones de ataque y misiles guiados de precisión capaces de alcanzar el interior de Israel.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió que Hezbolá “pagará un alto precio que no ha pagado hasta ahora” por lo ocurrido.
Las autoridades describieron repetidamente los ataques transfronterizos del grupo como inaceptables y, bajo la creciente presión para que actúen para permitir el regreso de decenas de miles de residentes desplazados, amenazaron con hacer en Beirut lo que han hecho en Gaza.
El Líbano está ahora esperando a ver cómo responderá Israel. Israel ha atacado repetidamente zonas del sur y del valle de Bekaa, zonas donde opera Hezbolá.
Su prometida respuesta enérgica podría apuntar a lugares que, hasta ahora, no han sido tocados por la guerra, y abrir una fase impredecible y peligrosa en la lucha.