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Un miembro de la secta judía Lev Tahor habla sobre la redada a su comunidad en México
El gobierno de Israel acusa a los miembros de Lev Tahor de estar involucrados en tráfico de personas y cometer ofensas sexuales graves, incluyendo violación. BBC Mundo habló con José David Rosales, uno de los médicos de la comunidad, que da la postura del grupo.
BBC News Mundo 1/10/2022 16:52
La comunidad judía ultraortodoxa Lev Tahor vuelve a estar envuelta en polémica, en medio de otro escándalo internacional.
El pasado viernes, la policía de México junto con cuatro personas de Israel, entre los que se encontraban exagentes del Mossad, irrumpieron en un campamento de la comunidad a 17 kilómetros de Tapachula, en Chiapas.
Dos de sus miembros fueron arrestados y otros 20 estuvieron en custodia de las autoridades mexicanas durante seis días, hasta que escaparon la noche del pasado miércoles.
Tras la primera audiencia del caso en Tapachula, este jueves en la noche fueron liberados por falta de pruebas los dos miembros del grupo acusados por las autoridades de Israel.
Durante el allanamiento de su comunidad la semana pasada, un niño de 3 años fue separado de su madre (quien tenía la custodia del menor según las autoridades guatemaltecas) y fue llevado a Israel con su padre, quien había dejado la comunidad denunciando maltratos.
El gobierno de Israel acusa a los miembros de Lev Tahor de estar involucrados en tráfico de personas y cometer ofensas sexuales graves, incluyendo violación.
BBC Mundo logró hablar con José David Rosales, uno de los médicos de la comunidad, que da la postura de Lev Tahor ante el operativo: "Como en otras ocasiones, el gobierno de Israel aprovechó un problema de familia para continuar con la persecución de esta comunidad que practica el judaísmo de una forma ancestral".
La polémica que rodea a este grupo religioso, establecido en países latinoamericanos como México y Guatemala, va mucho más allá de su ultraconservadora vestimenta.
Si bien el grupo a menudo se describe como ultraortodoxo y dice seguir una vida lo más apegada a la Torá, ha sido declarado "culto peligroso" por un tribunal israelí.
El grupo es conocido por sus prácticas extremistas y por imponer un régimen estricto a sus seguidores. Permite el matrimonio infantil, inflige castigos severos incluso por transgresiones menores y exige que las mujeres y niñas de hasta 3 años se cubran completamente con túnicas.
Lev Tahor, que en hebreo significa de corazón puro, se formó en Israel en 1988 y se cree que cuenta con hasta 350 miembros, según un grupo de exmiembros.
Su fundador, Shlomo Erez Helbrans, proclamaba que de acuerdo a la Torá, Israel no debería existir como Estado y que los judíos deberían aceptar pacíficamente la dominación árabe de la región hasta la llegada del mesías.
Los miembros del grupo aseguran que esta postura ha sido la base de la persecución de la comunidad por parte de Tel Aviv.
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El operativo en México "fue un completo ultraje a los derechos humanos", denuncia a BBC Mundo Andrés Velázquez Diamantino, de la firma de abogados International Legal Counseling Attorneys, que ha llevado el caso de varios miembros de Lev Tahor.
"No tenían por qué haber sido privados de su libertad personas que ni siquiera estaban mencionadas en la orden de cateo. También, es una vergüenza que se llevaran de México a un menor que tenía estatus de refugiado".
BBC Mundo contactó con autoridades mexicanas de la Fiscalía, Migración y el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero no quisieron comentar sobre el caso.
También con portavoces del gobierno de Israel y la embajada de ese país en México.
Aquí un resumen de la entrevista con Rosales, el médico de la comunidad que llegó de Guatemala a México alertado por el operativo.
Dos de los miembros de la comunidad fueron acusados por el gobierno de Israel de tráfico de personas y de abusos sexuales. ¿Qué dice Lev Tahor al respecto?
Fue una acusación falsa. No hay pruebas porque nunca pasó. Por eso fueron liberados ya, tras la primera audiencia.
De cierta forma en Lev Tahor entendemos que las autoridades mexicanas hayan tomado el caso: el crimen de tráfico de personas es grave y desafortunadamente muy común. Si las autoridades de Israel les dicen que hay sospechosos ellos tienen que actuar.
Pero, una cosa es investigar para demostrar la culpabilidad -lo que no se llevó a cabo-y otra cosa es arrestar con un operativo de tal violencia a las personas para que demuestren su inocencia. Afortunadamente se probó que las acusaciones eran infundadas y los cargos fabricados.
Ahora, el fondo de todo esto es que Israel nos persigue porque no les gusta cómo practicamos la religión, porque somos anti-sionistas y no aceptamos el estado militarizado.
¿Quiénes son las personas que fueron arrestadas y posteriormente liberadas? ¿Por qué cree usted que los acusaron?
Son un rabino y otro miembro de la comunidad que no tiene ningún cargo. Acusaron al rabino porque es el único que queda. Nos quieren dejar sin rabino para destruir a la comunidad. No se puede sustituir fácilmente a alguien que necesita estudiar por años.
El rabino es una persona mayor que estaba apenas recuperándose de una cirugía grande y había llegado esa misma madrugada desde Guatemala para dar una clase. Entró con su pasaporte de EE.UU. y solo vino a que lo arrestaran, él ni siquiera vive en México.
Tras la liberación está aliviado, pero débil.
Usted llegó desde Guatemala cuando lo alertaron del allanamiento. ¿Qué fue lo que vio y qué le contaron los que estaban dentro del campamento?
Entraron a las 6.30 am de la mañana del viernes [23 de septiembre]. Y se llevaron a casi todas las familias que estaban ahí, la mayoría de origen israelita, solo dejaron a tres personas. Se los llevaron en camionetas hasta las 10.30 de la noche. Sabemos que su integridad física sufrió durante ese tiempo.
Los policías de México metieron palos a los sanitarios, los llenaron de heces y ensuciaron las paredes con eso. Rompieron vidrios y ventiladores y tomaron fotos para fabricar evidencias de maltratos en la comunidad. De eso ya interpusimos una denuncia ante la Fiscalía General de la República.
Durante el allanamiento los policías les quitaron sus permisos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y después, los llevaron a migración diciendo que estaban indocumentados.
Los pusieron en cuclillas durante horas y con las manos en la cabeza, viendo hacia la pared. Si se movían los pateaban. A otros los pusieron en sillas, sentados en dirección opuesta para que no se vieran. Y también los pateaban si trataban de voltear.
(BBC Mundo contactó con portavoces de las distintas instancias mexicanas involucradas así como de la embajada israelí en México, quienes se negaron a decir su postura).
Durante el operativo un niño de 3 años fue llevado a Israel con su padre, Israel Meir Boyer, que dice haber escapado de Lev Tahor por los maltratos que sufría en la comunidad.
El allanamiento lo montaron con la ayuda de las autoridades mexicanas para llevarse a ese niño.
Se lo llevaron directamente a Israel. Para ello, lo arrancaron de los brazos de la mamá, y a ella la encerraron en migración hasta que el niño estuvo fuera del país. Un atropello porque es ella quien tiene la guardia custodia después de que las autoridades de Guatemala le dieran una orden de protección.
La mujer tiene lastimaduras y golpes. Eso también consta en una denuncia. Está destrozada por lo que le hicieron, sufre de estrés postraumático.
El padre, Israel Meir Boyer, acusa a Lev Tahor de ser una pesadilla y de pasar hambre.
Él se fue y nadie lo persiguió. Abandonó a su hijo de meses y nunca le mandó ayuda. En cambio, ya habían intentado secuestrarlo en otras ocasiones. Su tía es una persona con poder en Israel y que se opone a Lev Tahor.
Pero la mamá de Israel Meir Boyer y sus hermanos siguen en México y no se quieren ir. Ellos también fueron puestos en custodia.
El gobierno israelí encontró en una disputa familiar otra razón para atacar a la comunidad que tanto han atacado.
Que en Lev Tahor matamos a la gente de hambre es una acusación constante.
Nosotros seguimos los principios de la Torá para nuestra alimentación, pero hay médicos especialistas en nutrición que asesoran la alimentación y no negamos la atención médica a nadie.
¿Por qué el gobierno de Israel perseguiría a un grupo religioso que quiere guardar las prácticas del judaísmo?
El gobierno de Israel no está de acuerdo con la forma de guardar la Torá en la forma ancestral. Quieren modernizarnos a todos y regular la práctica de la religión, como ellos dicen y no como está escrita.
Ellos quieren que nosotros cambiemos la tradición que traemos de hace 3.000 años. Es como si fuéramos a una comunidad indígena y les dijéramos: "¿Sabes que este país se llama México y tu comunidad que estaba aquí desde hace miles de años antes de que se fundara el estado mexicano no importa? Como ahora somos el estado de México, o te cambias o te cambio".
Nosotros creemos que Israel no debe ser un estado militarizado.
Tras el allanamiento, además de los dos arrestados acusados, una veintena de miembros de la comunidad -muchos de ellos mujeres y niños- quedaron en custodia del gobierno mexicano. El miércoles hubo una fuga de las instalaciones donde estaban resguardados. ¿Me puede confirmar que salieron de allí?
Sí, salieron de ahí por lo que ahora está comprobado: los tenían ahí retenidos sin motivos, sin darles ninguna explicación, sin ser acusados y en contra de su voluntad. Ellos ni siquiera aparecían en la orden de cateo.
En nuestro punto de vista, estaban secuestrados. Estábamos tramitando su salida con un amparo, pero al final se fueron por su propio pie: estaban hartos y desesperados, llevaban ahí seis días.
En los medios israelíes dicen que quieren que la comunidad vaya a Israel por su voluntad, ¿por qué no quieren ir?
Sí, quieren que pase como a la comunidad judía yemenita, que se los llevaron a Israel, re-educaron a los hijos y les quitaron sus tradiciones, que casi se perdieron. Quieren hacer lo mismo con nosotros.
Están haciendo un genocidio cultural. Y no lo hacen real porque sería muy feo que el estado de Israel matara a su propia gente, o sea a judíos. Es irónico. Vivimos una persecución de judíos por judíos.
A principios de este año llegaron desde Guatemala decenas de miembros de Lev Tahor a México. En Guatemala también han sufrido el escándalo del caso de 2019 por el que miembros de su comunidad están presos en EE.UU., acusados de secuestrar a dos menores.
De igual manera, fue una disputa familiar. El padre quería recuperar a sus hijos, que habían sido llevados a EE.UU. por su madre. A él no lo dejaron entrar a la corte y los hijos querían volver con él.
El gobierno de Israel aprovecha estas peleas familiares para acusar gravemente a la comunidad. Después sufrimos allanamiento tras allanamiento. Nosotros lo único que queremos es vivir nuestra religión en paz.
¿Cómo está la comunidad después de la operación policial en Tapachula?
Tememos por nuestras vidas, incluso aquí en México. Vimos cómo las autoridades mexicanas se prestaron para ilegalidades. Varios abogados no quisieron tomar el caso, porque saben que es irse contra el gobierno y tienen miedo a las implicaciones.
En cualquier caso, ya sufrimos una gran difamación. Por nombrar un ejemplo, ayer en un restaurante no me quisieron vender comida, me dijeron que somos "terroristas que violan niños". En todas las noticias salieron las acusaciones, pero pocos hablarán de la liberación.
Al final David le ganó a Goliat y no por ser David, sino porque Dios estuvo con él.
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