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Las altas temperaturas del verano austral y los vientos han ayudado a mantener activos los incendios forestales que se han desatado en diferentes puntos de la Patagonia argentina, siniestros que ya quemaron más de diez mil hectáreas.

Según reportes oficiales, desde diciembre, las llamas avanzaron sobre 5.108 hectáreas en el Parque Nacional Nahuel Huapi, una de las principales atracciones turísticas del sur de Argentina. También hay incendios en Bariloche, Epuyén, Dr. Atilio Viglione y Caviahue, localidades de las provincias de Chubut, Neuquén y Río Negro.

Mapuches cuestionados

Uno de los últimos incendios comenzó hace una semana en el parque nacional Los Alerces, en Epuyén. En este caso, se trataría de un siniestro intencional, según el gobernador de la provincia de Chubut, Ignacio Torres, quien ha apuntado a la comunidad mapuche como responsable del inicio del fuego, que ha consumido más de tres mil hectáreas hasta el momento.

La acusación de las autoridades hacia los mapuches surgió después del desalojo de una comunidad de este pueblo originario que ocupaba una parte de Los Alerces. La comunidad Lof Paillako vivía en dicho parque desde 2020 y, con la llegada de Javier Milei, se presentó un recurso judicial que determinó su expulsión del lugar. Una vez desalojados, se iniciaron los incendios.

"No está comprobado judicialmente, pero podemos decir que el incendio de Epuyén fue producto de un proceso de recuperación de terrenos por parte del Estado argentino. Hay algunas comunidades que son más violentas y que reclaman cosas que no corresponden. Una de esas comunidades pseudomapuches es señalada como responsable de haber prendido fuego en parques nacionales en enero de 2024. Pero esta es solo una de las tantas comunidades mapuches, que tiene que ver con la RAM, que es el movimiento de Resistencia Ancestral Mapuche, y que tienen ramas más violentas", dice a DW Cristian Larsen, presidente de Parques Nacionales de Argentina.

Pueblo criminalizado

Para la comunidad mapuche tehuelche de Argentina, las acusaciones resultan insultantes por la relación espiritual que tienen con la tierra. Moira Millán, weichafe (guerrera, en lengua mapudungún) y activista mapuche en la Patagonia argentina, dice a DW que "la aparente irresponsabilidad de culpar a los mapuches de causar incendios es parte de un plan perverso, que impone una narrativa para crear un enemigo interno que justifique, por ejemplo, el despliegue militar. El pueblo mapuche se ha transformado en un foco de agresión continuo por parte del Gobierno de Milei porque estamos en territorios geoeconómicamente estratégicos".

"Estamos siendo criminalizados, amenazados de muerte, perseguidos por ser guardianes de la tierra y, como hay cierta conciencia de esa verdad de parte de la población argentina, necesitan demonizar al pueblo mapuche quitándonos de los lugares. Entonces, las mentiras, la difamación,- intenta construir una imagen negativa y de antítesis a nuestro compromiso con la tierra", agrega Millán, que también es autora del libro "Terricidio".

Por otra parte, el planteamiento que se ha repetido sobre los "pseudomapuches" como autores del incendio resulta particularmente molesto para Millán, que responde a esta idea diciendo que "el mapuchómetro es una invención del Gobierno. El pueblo mapuche es uno solo del otro lado y de este lado de la cordillera. El Estado chileno como el argentino son una fuerza de ocupación y no pueden venir a decir que hay mapuches falsos o auténticos. Es más, este señalamiento a la falsedad del pueblo mapuche es justamente con los que reclaman derechos, con los que reivindican la territorialidad ancestral y tratan de poner como mapuches auténticos a los que no se atreven a cuestionar al Estado. Entonces, no hay mapuches falsos o auténticos, lo que hay son mapuches acobardados y mapuches con coraje y dignidad", dice.

Nahuel Huapi arderá hasta abril

Otro de los factores que también se han mencionado durante los últimos días como detonantes de los incendios son el cambio climático, la sequía y las plantaciones de pinos que ayudan a generar nuevos focos de fuego. Sin embargo, el incendio en el parque Nahuel Huapi tiene un origen meteorológico. Jorge Cuevas, brigadista en jefe de la jurisdicción de Río Negro, explica a DW que "la regla común es que el 95 por ciento de los incendios se producen por acción antrópica, negligencia o intencionalidad. En el caso actual de Nahuel Huapi se trata del factor natural, la caída de rayos habría provocado este fuego".

Cristian Larsen, de Parques Nacionales, detalla que "este incendio está en una zona intangible, es decir, a la que no tienen acceso las personas. Es una zona de conservación, hay más de 150 brigadistas combatiendo el fuego, además de tres helicópteros y dos aviones, aparte de un avión extra que actúa como hidrante".

Por el momento, el incendio en Nahuel Huapi se mantiene controlado y no compromete ninguna zona poblada, pero se espera que siga ardiendo durante un par de meses más. "Mientras los brigadistas contienen las llamas diariamente, es la llegada de la época de lluvias la que puede extinguir por completo este incendio, y eso ocurrirá en marzo o abril", precisa Cuevas.

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