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Redes sociales, inteligencia artificial y dispositivos digitales: los niños de hoy crecen inmersos en la tecnología desde edades tempranas. Un estudio del National Center for Biotechnology Information (NCBI) reveló que casi el 100% de los menores de cinco años ya usan dispositivos electrónicos. En Costa Rica, la Encuesta Kids Online 2023 destacó que, en promedio, los niños reciben su primer celular a los 9 años.

Pero, ¿qué impacto tiene esta exposición constante en su salud física y mental? La doctora Daniela Carvajal, especialista en pediatría y Jefa de la Clínica de Adolescentes del Hospital Nacional de Niños, destaca que en los últimos tres años las enfermedades asociadas al uso excesivo de tecnología han aumentado.

¿En el Hospital Nacional de Niños han registrado un aumento en las atenciones de pacientes con enfermedades relacionadas con la tecnología?

Sí, hemos observado un incremento en las consultas por lo que llamamos tecno-enfermedades, un grupo de trastornos asociados al uso inadecuado o excesivo de la tecnología. Estas se dividen en dos categorías: físicas y emocionales. En el ámbito físico, destacamos afecciones como problemas en el cuello, espalda y codos, así como trastornos relacionados con la audición, visión y el metabolismo. En el área emocional, los casos de ansiedad y depresión se han vuelto cada vez más comunes.

¿Cuáles son las enfermedades o trastornos más comunes que atienden en el hospital?

Los pacientes llegan cada vez con patologías asociadas al uso inadecuado de la tecnología, enfermedades que inclusive antes eran de adultos, ahora son enfermedades que estamos viendo a edades tempranas, en niños. Por ejemplo, el síndrome del túnel carpiano, que solía afectar a cierto perfil de trabajadores de actividades manuales, ahora lo estamos viendo cada vez más en adolescentes por el uso constante del celular.

También observamos más casos de lumbalgia, problemas de audición y visión, como ojo seco y fatiga visual. Estos padecimientos, que solían ser comunes en trabajadores, ahora se presentan en niños y jóvenes debido al uso prolongado de dispositivos tecnológicos.

¿Ha crecido la cantidad de casos de adicción a las plataformas tecnológicas?

Sí, estamos viendo un aumento en jóvenes que usan la tecnología de forma excesiva. Algunos desarrollan adicción, lo que se evidencia cuando se les pone un límite, y entonces reaccionan con agresividad o violencia. Además, notamos que pierden interacción con su entorno, dejando de relacionarse con la familia y los amigos, y prefieren estar aislados en sus cuartos, solos, con los dispositivos. Este comportamiento puede tener un impacto negativo en su vida social y emocional, conduciéndolos a problemas como ansiedad y depresión.

¿Qué otros padecimientos han aumentado debido al uso excesivo de tecnología?

Los problemas de insomnio son comunes. El uso prolongado de dispositivos interfiere con la producción de melatonina, lo que dificulta que los jóvenes duerman. Esto lleva a dificultades para concentrarse, bajo rendimiento escolar y problemas de convivencia.

¿Desde cuándo se ha dado este crecimiento de casos?

El problema se exacerbó después de la pandemia. En un estudio realizado en 2019, el 50% de los estudiantes ya reportaban problemas derivados del uso excesivo del celular. Tras la pandemia, hemos observado un aumento en el uso del teléfono, así como un incremento en los trastornos de ansiedad, depresión y alteraciones en la conducta alimentaria, como bulimia y anorexia. También ha crecido considerablemente la incidencia de problemas de insomnio en menores. Estos casos han aumentado notablemente.

Esperamos hacer un nuevo estudio de control en 2026 para medir el impacto de estos problemas, pero a nivel de pacientes, hemos notado un incremento en las consultas relacionadas con estos trastornos.

¿Cómo afecta al sistema de salud que veamos enfermedades de adultos a edades cada vez más tempranas?

Lo que está ocurriendo es que estamos observando un aumento en enfermedades típicamente asociadas al sedentarismo por ejemplo, como la diabetes y la hipertensión, en jóvenes. Esto eleva el riesgo de problemas vasculares a edades más tempranas, lo cual antes no veíamos en personas tan jóvenes. 

Esto hace que se requiere más recursos del sistema de salud, ya que trastornos que en un principio pueden parecer simples, como dolores de espalda, pueden volverse crónicos y requerir tratamientos más complejos, como cirugía a medida que se desarrollan a edades más tempranas. Entonces, esto impacta directamente la capacidad del sistema público para atender adecuadamente a la creciente demanda. Pero por otro lado también está el paciente, y la calidad de vida.

¿Cómo abordar este problema para evitar que los casos sigan creciendo?

Es fundamental hacer énfasis en la prevención. Por ejemplo, para cuidar la audición, se debe evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes. En cuanto a la visión, es recomendable hacer pausas cada 20 minutos de uso de pantallas, mirando a lo lejos durante 20 segundos.

Además, es crucial que los padres supervisen el uso de la tecnología en casa y establezcan límites claros. Esta educación debe comenzar en el hogar y extenderse a través de medios para que las personas comprendan cómo proteger su salud. Las normas para los adolescentes deben ser claras: sabemos que no deberían utilizar el celular más de dos horas al día, pero esta regla a menudo no se cumple. Es importante que los padres estén presentes para establecer esos límites.

Otro aspecto fundamental es la supervisión del contenido al que los adolescentes acceden. No solo se trata de controlar el tiempo, sino también lo que consumen en línea.

¿Cómo regular el uso de la tecnología en los jóvenes, entendiendo que no se puede eliminar por completo?

El primer paso es el ejemplo dentro de la familia. Las pantallas no deben ser utilizadas durante las comidas y es esencial establecer límites de tiempo. El celular no debe ocupar grandes periodos cuando la familia está reunida, ya que esos momentos deben ser aprovechados para compartir sin distracciones tecnológicas. En muchas ocasiones, incluso cuando la familia está junta, cada miembro está aislado en su propio dispositivo. Es clave fomentar espacios para la interacción, actividades al aire libre y deporte, para contrarrestar el sedentarismo. El modelaje de los adultos es fundamental: si los padres o cuidadores pasan el día con el teléfono, los jóvenes lo percibirán como una conducta normal. Además, es importante comunicarles de manera clara los daños físicos y psicológicos que puede causar el uso inadecuado de la tecnología, subrayando la necesidad de comprender los riesgos involucrados.

¿Debería Costa Rica implementar restricciones en el uso de plataformas tecnológicas para menores?

Sí, otros países ya están implementando restricciones en el uso de ciertas plataformas para menores, y Costa Rica debería seguir ese ejemplo. Es fundamental limitar el acceso a contenido inapropiado, como pornografía y violencia, y establecer políticas que protejan a los jóvenes de los efectos negativos del uso excesivo de la tecnología.

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