Entrevistas
Roger Rojas: "Necesitar un riñón es muy difícil porque no se encuentran en una pulpería o supermercado"
El exdelantero hondureño de clubes como Alajuelense y Puntarenas FC habló con Teletica.com de cómo su hermano le salvó la vida al trasplantarle un riñón.
José Fernando Araya 21/4/2024 07:57
El 13 de febrero del 2023, el delantero hondureño Roger Rojas y Puntarenas FC anunciaban una pausa a su carrera futbolística, pausa que sonaba más a retiro que otra cosa.
“RoRo” quien fuera goleador con Alajuelense, Cartaginés, Sporting FC y Puntarenas FC adujo problemas de salud, una grave enfermedad lo hacía apartarse de la pelota, pero el catracho no dio más detalles, solo pidió espacio.
Sin embargo, hace pocas semanas el futbolista de casi 34 años sorprendió con una publicación en sus redes sociales donde agradecía a su hermano Luis Roberto Rojas por salvarle la vida.
Pero, ¿exactamente qué fue lo que pasó?
El menor de los hermanos Rojas de 24 años, y quien en su momento intentó abrirse un espacio en el fútbol (incluso llegó hasta a hacer una prueba con Sporting FC), le donó su riñón para así dar otra oportunidad de vivir a plenitud al 'RoRo'.
La exitosa operación se dio el 24 de enero y ambos hoy viven con alegría un amor de hermanos que trasciende más allá de la sangre.
“Gracias a Dios por él, pues tuvo ese acto de amor no solo conmigo, sino también con mi esposa, con mis hijos, con mis papás, entonces gracias a Dios que todo salió muy bien tanto para mi hermano como como para mí, pues salimos de manera positiva de la operación.
Junto a su esposa Alejandra Bonilla, también hondureña, y sus dos hijos, Roger Rojas asegura que su familia fue lo más importante en la recuperación y asegura con lágrimas que no sabe qué hubiera hecho de no tenerlos a su lado.
Actualmente no pierde la fe de poder volver algún día a ponerse los tacos y pisar el césped, aunque no puede asegurarlo.
Lo que si tiene claro es que vive los días calurosos en El Roble de Puntarenas preparándose para ser entrenador y extender su carrera en el fútbol.
Rojas atendió a Teletica.com y habló ampliamente de lo que significó el gesto de su hermano, su proceso de recuperación y que hasta llegó a bajar 17 kilos.
¿Cómo fue ese proceso y tengo entendido que su hermano tuvo que venir al país para ayudarle?
-Fue un proceso largo, mi hermano tuvo que venirse acá, tuvimos que sacarle residencia y en Migración explicamos el caso y nos recomendaron hacer residencia por tratamiento médico. Mi hermano vivió 11 meses aquí en Costa Rica, renunció a su estudio y trabajo, que lo hacía en un Call Center en Honduras.
“Estoy muy agradecido con Dios por el hermano que me ha dado porque sin dudarlo tuvo un acto de amor conmigo”.
¿Cómo comenzó todo?
-A mí se me detectó la enfermedad en el 2020, pero los doctores pues me dijeron de que no estaba muy avanzada, que podía seguir jugando perfectamente, solo que tuviera cuidado con la creatinina, que no se me fuera a subir mucho.
Cuando regresé a Costa Rica pues lo primero que hice fue seguirme viendo con los doctores y todo iba muy bien. Pero ya cuando estuve aquí en Puntarenas durante un chequeo de control en enero del 2023 me tocaba hacer un estudio en enero del 2023 el doctor me dice ‘Roger la creatinina está muy elevada, tengo que incapacitarlo porque así no le recomiendo que siga jugando fútbol’ y bueno, este me dolió mucho, pero antes que eso pues está la vida, la salud.
¿Qué pensó en ese momento que le detectan su enfermedad Roger?
-Me explicó que lo que venía era un proceso de trasplante de riñón. Cuando me dijo eso, pues la verdad que se me salieron las lágrimas. que le digan a uno que para poder estar bien ocupa un riñón de otra persona es muy difícil porque usted no encuentra un riñón en una pulpería o un supermercado. Gracias a Dios me aferré a la fe a la oración y en ese momento mi esposa le dijo el doctor que nos pusiera en la lista de posibles donantes de cadáver y mi esposa, se ofreció a darme su riñón también.
¿Cómo tomó esta decisión su hermano?
-El doctor me dijo a mí que, si era un familiar directo mucho mejor, pues los riesgos son menores, no quiere decir que mi esposa no pudiera, porque claro que puede se capta, pero si su hermano o su papá fueran los donantes, pues mucho mejor.
“Mi hermano me dijo que no permitiera que mi esposa Alejandra lo donara porque él iba a donarlo sin ningún problema. Él me dijo: ‘Dios me trajo este mundo para un propósito y es para ayudarle a mi hermano’. Ese día fue muy emotivo porque como le digo no me lo esperaba sinceramente, no solo lloré, sino que di gracias a Dios realmente por mi hermano.
¿Después de esto cómo fue el proceso antes de la operación?
-Hicimos todo. Créame, anotamos cada detalle, hicimos una lista de todos los pasos. Realmente creo que hicimos un buen trabajo con mi esposa en llevar todo de manera ordenada y de manera legal transparente nada fuera de lo normal todo por la vía legal y gracias a Dios mi hermano vino y sacamos la residencia.
Nos ingresaron al hospital un 21 de enero y el 24 tuvimos la operación y todo salió con éxito.
¿Qué significa su hermano después de la operación?
-Hasta ahora no encuentro las palabras para poder agradecerle a él. Ni con todo el dinero del mundo, le pagaré. Lo amo con todo el corazón, es nuestro héroe. Cuando recibí esa noticia lloré como usted no se lo puede imaginar, tanto amor me tiene mi hermano que me va a dar su riñón para poder curarme, increíble.
En su momento no quiso decir nada a la prensa, ¿a qué se debió esta decisión?
-Por temas de salud que no quise decir nada. Siento que eso era muy delicado, siempre me propuse que esto iba a salir bien y que en su momento Dios me iba a tocar y me iba a decir cuál era el mejor momento para hablar. Gracias a Dios y también a la prensa, porque no siguió insistiendo, respeto mi espacio y el de mi familia. Hoy, ya lo podemos decir con toda alegría de que todo salió bien.
¿Cómo tomó el hecho de dejar el fútbol por completo?
- Bueno, cuando el doctor me dice eso pues fue muy difícil, fue una sensación muy dura y complicada. Pero le dije a mi esposa que amaba la vida, que me amaba a mí mismo y que yo quería vivir y si para ello tenía que dejar de hacer lo que amo por vivir y por ver crecer a mis hijos, pues lo hacía así sin ningún remordimiento y eso fue lo que me dio la fuerza.
Mis hijos siempre han sido mi motivación mi luz y yo no quería que ellos me vieran derrotados y fue al principio difícil explicarle a mi hijo que está más grandecito que papá no va a jugar porque tiene que operarse, le explicamos todo el proceso y poco a poco fue entendiendo.
Fue muy duro levantarme al otro día y no entrenar. Gracias a Dios que el equipo del Puntarenas FC me siguió ofreciendo trabajo, ya no como un jugador, pero sí, en la parte del cuerpo técnico. Eso hizo un poco que me fuera olvidando o que me fuera doliendo menos el hecho de no jugar.
¿Guarda esperanza para volver a jugar fútbol algún día?
-Un doctor me dijo que no, otro que sí. Lo que quiero es recuperarme bien, físicamente y creo que Dios me está dando la posibilidad de poder analizar qué es lo mejor para mí.
Leí el caso de un futbolista de argentina, Luciano Galletti, a quien el papá le donó un riñón, pero él se retiró después de dos años de un trasplante y de repente me sigo aferrando para ver qué va a pasar, por ahí está la decisión de querer volver.
Más que todo me gustaría poder retirarme con las botas puestas, es algo que no descarto, pero no depende de mí, depende de cómo marche mi recuperación. Es la espinita que tengo en mi corazón. Hoy por hoy lo llevo día a día y no puedo responderle, si estoy bien en salud lo podría hacer, pero no pondría en riesgo mi vida y mi riñón que con tanto amor me dio mi hermano por un capricho.
¿Cómo fue el proceso de recuperación tras el trasplante?
-Los primeros dos meses son estrictamente delicados, no podía salir de mi casa. Lo único que yo podía ir era al hospital, tenía que usar mascarilla cuando llegaba de ahí, no podía recibir visita. La cama y el cuarto donde dormía tenía que limpiarlo todos los días de manera muy estricta con alcohol, con cloro y cambiar las sábanas todos los días. Lavar las cosas porque después de la operación uno baja las defensas y cualquier gripe, diarrea o calentura podría haber sido una situación que me podría complicar.
Perdí mucho peso (casi 17 kilos) y estoy delgado. Bueno, tomo las cosas con humor y me sirve para darme ánimo y le digo a mi esposa ‘Aproveché para hacerme una liposucción, se me fue toda la grasita que tenía ahí’ (dice entre risas).
¿Ya puede volver a realizar deporte o del todo está en reposo?
-Ya puedo trotar, esos días que comencé a caminar quería comerme el mundo, mi esposa me veía contento y traté de salir en una hora que no estuviera tan caliente para no exponerme tanto al sol de acá de Puntarenas.
Poco a poco voy a irme recuperando en la parte física y lo que hago es estudiar y prepararme. Estoy sacando la licencia de entrenador y un diplomado en la Conmebol en gestión deportiva, me gustaría ser entrenador o director deportivo, es lo que entiendo, me apasiona mucho, invertí el tiempo en educación y prepararme, no solo basta con ser exjugador para ser un buen técnico. La idea es sacar un master del instituto Johan Cruyff.
¿En muchas entrevistas he visto que usted dice que Costa Rica le devolvió la vida? ¿Qué significa el país para usted?
-Estar aquí es completamente distinto, no sé qué hubiera pasado en Honduras pues aquel sistema de salud es distinto, aunque ha mejorado mucho.
“Me devolvió mi salud y quiero destacar el trato de los doctores en el Hospital México enfermeros, hasta los cocineros, tuve un trato muy especial como el de todos los pacientes. Estoy muy agradecido y oro por ellos todos los días, este país es increíble”.
“Por seis meses, yo tuve un catéter en mi abdomen y lo digo con orgullo, yo me hacía diálisis en mi casa. Gracias a Dios tuve unas excelentes enfermeras que a mi esposa y a mí nos capacitaron para poder llevar el tratamiento aquí en nuestra casa y gracias a Dios todo salió bien”.
Incluso visitó a la Virgen de los Ángeles ¿Es muy devoto de ella? ¿Cómo nació esa devoción, más siendo extranjero?
“Sí, por ahí hicimos esa promesa con mi esposa y con mis hijos de que, si todo salía bien, yo iba a pagarle esa promesa. Tenía entrar de rodillas, pero fíjense que con la herida me daba como miedo claro y la verdad que yo le dije a mi esposa “Mira, mamá, voy a probar unos 10 pasitos así con las rodillas y sí me duele, pues paro y tuve la fuerza de llegar hasta el altar. La virgencita escucho las súplicas, no solo mías, sino las de mi familia y la de todos mis amigos.
¿Qué le dice a la gente que tal vez pasa por un proceso similar?
-Yo espero que este testimonio sirva para muchos, porque aquí tiene muchas lecciones tanto para los futbolistas que actualmente están jugando de que la vida les puede cambiar un día para otro, así como también para pacientes renales que están pasando situaciones difíciles, porque en este proceso conocí muchos pacientes que están esperando su donante, que están haciendo sus estudios exámenes, que están con procesos de diálisis peritoneales.
¿Cómo fue ese trabajo mental para salir adelante en esos momentos?
El fútbol me enseñó a hacer disciplinado y me ayudó mucho. A los pacientes que están pasando por esta situación les digo que no pierdan la fe, que no pierdan el ánimo, que la actitud es la clave y todo esto hay que ser optimista. Yo se lo debo todo a Dios y al fútbol, porque el fútbol me enseñó a ser disciplinado, me enseñó que, si no hay disciplina, no hay éxito.
¿Qué tan importante fue su esposa en este proceso de recuperación?
-Yo puedo dar fe de que Dios me dio a la mujer ideal. Créanme que este proceso si uno hubiera tenido una esposa como la que tengo no sé si hubiera tenido la fuerza para poder salir adelante y mis hijos en todo este tiempo me apoyaron me animaron y con lágrimas en mis ojos le puedo dar gracias a Dios que esté con esta hermosa familia, (concluyó entre lágrimas).