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La presencia e involucramiento de figuras del entretenimiento, del deporte y la tecnología en las elecciones estadounidenses es significativa. Taylor Swift, Kanye West, Mike Tyson, Bad Bunny, Beyoncé y Elon Musk, por nombrar algunos, han utilizado su influencia para promover diferentes posturas políticas, movilizando a millones de seguidores en la recta final de la contienda entre Kamala Harris y Donald Trump, que se definirá este martes 5 de noviembre.

Estas celebridades, desde diferentes disciplinas, han influenciado a las masas para cambiar o mantener sus posturas políticas. 

Teletica.com conversó con el analista político Daniel Sandoval, quien explica el impacto real de figuras como estas en el proceso electoral.

​“De un lado tenemos un país que vive fervientemente la política por sus razones históricas, su nacionalismo y, sobre todo, esta polarización electoral; del mismo lado, tenemos la nación con mayor afluencia de cultura mediática de famosos; por lo que resulta normal, históricamente, que estas figuras expresen abiertamente su color político sin que eso afecte sus trabajos y, por el contrario, funcionen como herramienta de persuasión electoral. Ahora bien, en la actual era tecnológica en la que vivimos, ha sido una constante el que grandes figuras famosas movilicen, mediante sus medios, votos para una u otra corriente política. Esto porque las redes sociales y la facilidad de que todo esté al alcance de un clic, permiten que estas figuras mediáticas puedan, de manera muy sencilla, dar sus opiniones, emitir sus criterios y persuadir al electorado.

“Además, si a eso se le suma que la efervescencia política estadounidense, igual que como ocurre en nuestro país, está más relacionada con la población mayor de 35-40 años, es decir, la población adulta. Entonces, es evidente que el apoyo de estas figuras famosas sí influye en el electorado, sobre todo, en el electorado joven que no ha logrado ser captado ni por el ala republicana, ni por la demócrata. Del mismo modo, sus ideas influyen no solo en esa sección poblacional estadounidense, sino que también en muchas personas jóvenes que les siguen alrededor del mundo; por lo que estas figuras mediáticas no solo fungen como aliados de los partidos políticos estadounidenses, sino, además, como activistas políticos de carácter mundial”, explica el experto.

Sandoval indicó que el apoyo de estas figuras públicas puede hasta definir la postura de aquellos votantes indecisos.

"Pese a que el sistema electoral estadounidense no es directo, como si lo es acá en Costa Rica, y la indecisión posee un sentido diferente, estas figuras sí pueden declinar el apoyo o no a un candidato. Por ejemplo, posterior a un comentario xenofóbico de un miembro del equipo de Trump, Nicky Jam, el reggaetonero de raíces latinoamericanas, quien en primera instancia dio su apoyo al exmandatario, cambió su posición, haciendo mención de que no puede apoyar a quien irrespeta de esa manera sus raíces.

“De igual manera, estos personajes famosos son bandera de quienes comparten posturas; es decir, para quienes siguen a Taylor Swift, ella es una cantante pop por quien pagarían por verla en vivo; sin embargo, quienes no la conocen mucho por su música, la ven como la cantante pop que expresó su postura política anti-Trump. Es decir, a como pueden persuadir al electorado, también pueden ser un signo de una posición política”, continuó.

El analista subrayó que no percibe diferencias significativas en la manera en que demócratas como Maná, Nicky Jam, Bad Bunny, Jennifer López, Beyoncé y Taylor Swift han apoyado a Kamala Harris, y los mensajes de difusión que han enviado los republicanos de Trump, entre ellos Kanye West, Mike Tyson, Elon Musk y Billy Ray Cyrus.

"Considero que las diferencias radican más allá de si los criterios se emiten de personajes famosos o no. La forma de hacer política ha cambiado en general, y sus variantes se evidencian según la postura que defienden. Son más las similitudes que las diferencias. Ambas partes utilizan las redes sociales, mensajes fuertes, pero concretos, celebridades como apoyos...", ratificó.

Entendiendo la responsabilidad que significa una elección presidencial y más de Estados Unidos, las celebridades deberían incentivar a votar, pero no elegir candidatos políticos, ya que muchas veces estos famosos no analizan a cada partido, su ideología y plan de gobierno, sino que se enfocan en la cara que representan en estas urnas: Harris o Trump.

Sandoval finalizó describiendo los problemas que pueden darse por esta práctica política.

​"Es una apuesta arriesgada, como todo en una campaña electoral. Es vital que en la selección de celebridades para estas tareas se elijan a personajes que verdaderamente tengan las mismas posturas políticas y empate con los puntos de vista de las personas candidatas y los partidos; de lo contrario, se pueden ver mal a la luz pública tanto la persona famosa, como el candidato y el partido. Retomo el ejemplo de Nicky Jam; no solo se ve mal Nicky Jam cambiando su postura, la campaña Trump se ve afectada al perder apoyo de las personas migrantes, quienes, al igual que el cantante, se sintieron ofendidas por esos comentarios", terminó.

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