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Lo que para algunos significó diversión para otros fue dolor.


El sonido de la pólvora en los perros provoca que se asusten, se escapen y algunos, lamentablemente, mueran.

Fue esto último lo que vivió una familia de Tibás que perdió a su fiel Beethoven, su mascota que cumplió 13 años con ellos justo el 31 de diciembre.

Según cuenta Daniela, antes de la medianoche Beethoven se inquietó. Por esta razón, le dieron una pastilla recomendada por un veterinario e incluso le pusieron música clásica para que se relajara. Pero sucedió lo peor.

Los perros y otros animales como gatos y aves pueden fallecer por el sonido de la pólvora debido a que ellos escuchan mucho más alto que los seres humanos, lo que conduce a infartos letales.