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La vicepresidenta y ministra de Salud, Mary Munive, descartó la mañana de este sábado que vayan a darse nuevas prórrogas para la ampliación de la obligatoriedad de la vacuna contra la fiebre amarilla, que entrará a regir el próximo 11 de marzo.

En conferencia de prensa, la jerarca rechazó esa posibilidad, al aducir que la enfermedad no conoce de ese tipo de límites y, por el contrario, parece expandirse en zonas como Brasil, Perú o Colombia.

"¿Se acuerdan que, desde diciembre, generamos prórrogas para que las personas no tuvieran esa prisa, esa molestia y anduvieran corriendo? Nosotros esperamos que desde diciembre la gente entendiera el mensaje e hiciera las gestiones respectivas.

"¿Por qué ahora no se gestionan las prórrogas? Porque el mosquito (Aedes aegypti) no entiende de papelería. Porque la enfermedad no va a decir: está bien, entro cuando vuelva a entrar en vigencia la resolución. Ahí es que estamos con brotes activos. Tenemos una alerta alta que ustedes pueden valorar y validar en la página oficial de la Organización Panamericana de la Salud", explicó la titular del Ministerio de Salud.

Así las cosas, y pese a que reconoció que existe escasez de los biológicos en el país, Munive reafirmó que a partir de la otra semana se exigirá la vacuna en cuestión a todos los viajeros —incluidos los costarricenses— el certificado de inmunización contra la enfermedad, en caso de que hayan visitado Colombia, Brasil o Perú; mismos que constituyen algunos de los destinos favoritos de los nacionales para la Semana Santa o las vacaciones de medio año.

También se exigirá el Ecuador, Venezuela, Bolivia, Guyana, Guyana Francesa, Paraguay, Surinam, Trinidad y Tobago, así como la totalidad de países de África.


¿Y vacunatorios?

Mary Munive también descartó que, por el momento, se vayan a llevar a cabo nuevas jornadas de inmunización contra fiebre amarilla, como las que se llevaron a cabo en diciembre y enero.

Esto por cuanto Costa Rica y el mundo tienen acceso limitado a los biológicos.

Según la ministra, la Organización Panamericana de la Salud notificó a los estados miembro que, debido a problemas de distribución de una de las dos productoras de la vacuna, las disponibles deben redirigirse hacia las zonas donde ya está la enfermedad, que son precisamente las antes mencionadas.

La jerarca señaló que, en todo el 2024, se registraron 61 casos en América. Pero en enero de 2025, se dieron 16 contagios en la misma región. La situación preocupa, principalmente, porque la fiebre amarilla tiene una mortalidad del 50%; es decir, la mitad de las personas que se infectan, acaban fallecidas.

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