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Basta con unas pocas lluvias para que en diferentes puntos del cantón central de San José las alcantarillas colapsen y las calles y aceras se vuelvan verdaderos ríos por los que peatones y vehículos deben cruzar. 

Para atacar la problemática, la Municipalidad de San José instalará una red de pluvímetros en diferentes puntos de la capital. Estos instrumentos miden en milímetros la cantidad de lluvia que cae en un determinado periodo de tiempo.

"En Costa Rica tenemos microclimas. Si en Zapote está lloviendo muchísimo, en Pavas puede que no, entonces no podemos hacer un sistema pluvial único. Por eso ya tenemos dos pluviómetros instalados y vamos a colocar dos más para crear una red de datos en diferentes puntos", explicó a Teletica.com Dahianna Marín, gerente de Provisión de Servicios del municipio.

Según la funcionaria, los instrumentos que ya están funcionando lo hacen en el plantel municipal, pero Pavas es una zona a la que deben monitorear también por el colapso recurrente en el sistema.

"Actualmente están saliendo algunos datos preliminares, pero la fiabilidad de la información aumentará conforme avance la época lluviosa."

"Nuestro sistema tiene la capacidad de aguantar 35 mililitros de lluvia en una hora, si esa cantidad cae en menos tiempo entonces activamos la gestión de riesgo integral para atender los puntos problemáticos" puntualizó Marín. 

¿Por qué no aguantan las alcantarillas?

A criterio de Luis Paulino Rodríguez, ingeniero del Lanamme, el incremento del desarrollo urbano y la disminución del área verde implica que el sistema pluvial, diseñado incluso hasta 100 años atrás, no esté preparada para la cantidad de agua que le llega.

"Al desaparecer área verde, el agua que antes se filtraba por ahí y quedaba en las raíces de las plantas ahora llega hasta la alcantarilla, aumentando el caudal que esta  debe transportar" explica el ingeniero. 

A esta razón se suma el cambio climático, que ha modificado el patrón y la intensidad de las lluvias, explica Roberto Villalobos, docente de ingeniería civil de la Universidad de Costa Rica. 

Según él, un sistema de alcantarillado se diseña para que exista un 4% de probabilidad al año de que ocurra un evento lluvioso que supere la capacidad del mismo, sin embargo, los cambios en el clima hacen más frecuentes estos eventos, aumentando la posibilidad.

A criterio de Villalobos, nuestro país enfrenta un problema significativo respecto a la información que los ingenieros usan para calcular ese tipo de análisis

"En este momento tenemos problemas para medir la precipitación basada en el registro histórico porque el acceso a los datos no es tan directo como uno quisiera. Los consultores tienen que comprar los datos, incluso si es para obra pública, y la entrega de los datos no es tan ágil como a uno le gustaría"

"En ingeniería usamos una herramienta llamada "Curvas IDF" que relaciona la duración de la lluvia, con la cantidad y la frecuencia con la que ocurre. Las curvas aquí en el país están desactualizadas, entonces los cambios de lluvia por el cambio climático no están reflejados en esa herramienta con la que estamos diseñando el alcantarillado" explicó Villalobos. 

Como si fuera poco, la basura satura el sistema pluvial en San José y muchos otros lugares del país.

Solo en el cantón central josefino sacan hasta 300 toneladas de desechos de estos lugares al año. En Desamparados, por ejemplo, la cantidad supera las 2000 toneladas. 

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