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La familia del piloto costarricense Ismael Alvarado sepultó sus restos en un mausoleo único y exclusivo, luego de la tragedia ocurrida el pasado 16 de julio en la pista de aterrizaje de Carate, en la Península de Osa.

Al igual que Alvarado, un joven de 23 años oriundo de Corredores, también murió Carlos Noguera, de 54 años, otro de los pilotos que iba en la aeronave, considerado como un capitán muy experimentado.

Elián Alvarado, papá de Ismael, conversó con Teletica.com y contó cómo surgió este tributo a su hijo.

“Yo hice la primera idea de lo que quería y lo terminó de afinar mi hijo, que está terminando de estudiar Ingeniería Civil. Yo también soy ingeniero civil y el viernes anterior, cuando nos confirmaron que ya estaban los resultados de las pruebas de ADN; de inmediato, el sábado a primera hora fui con mi esposa a la oficina para ver qué le hacíamos.

“Empecé a diseñar y se nos ocurrió hacer un tributo, el diseño lo comenzamos el sábado y mi hijo terminó de afinarlo el domingo por la mañana. Este miércoles, media hora antes del sepelio, lo terminamos y ese fue el resultado”, dijo Alvarado.

La estructura simula una pista de aterrizaje adornada con luces alrededor, a un lado tiene zona verde y al frente una estructura con la figura de un avión.

“La verdad esto era para hacer un tributo digno de él y algo que lo representara”, agregó Alvarado.


El sepelio se realizó este miércoles 4 de setiembre, a las 10 a. m., en la Cuesta de Corredores, Puntarenas, de donde era oriundo.

La aeronave accidentada fue una Piper Seneca para seis pasajeros, matrícula TI-API, color negro.

Tanto el piloto (Carlos Noguera) como el copiloto (Ismael Alvarado) eran muy reconocidos en el gremio nacional de aviación.

Al parecer, el accidente fue ocasionado porque la aeronave rozó la rama de un árbol; sin embargo, el caso está en investigación para esclarecer con exactitud los hechos.

Boletín Teletica