Mamá de Allison tras cinco años del asesinato: “Vivo esperando que Dios nos reencuentre”

Han pasado cinco años desde el asesinato de Allison Bonilla Vásquez, un caso que conmocionó al país y que marcó un antes y después en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. 

Su madre, Yendry Vásquez Cordero, quien conversó con Teletica.com este martes, sigue enfrentando con profundo dolor la ausencia de su hija, cuyo recuerdo permanece intacto en su corazón.

"Para mí, hoy 4 de marzo es como el primer día, es un dolor que se lleva siempre. Uno vive un día a la vez y creo que siempre lo he dicho, uno vive por vivir esperando que Dios nos reencuentre de nuevo.

"Hoy tengo dos sentimientos encontrados, porque hoy estaría cumpliendo también años mi amiga Rebeca (asesinada por su esposo en 2024) y ella estuvo ahí apoyándome en todo momento cuando desapareció mi hija", dijo Vásquez.

La madre de Allison recuerda con angustia los días de búsqueda, el dolor de la incertidumbre y la lucha por justicia.

"Uno desea que al que mató a mi hija lo condenen más años porque esas personas no merecen estar en la calle. No me va a devolver a mi hija, pero gracias a Dios no fue la pena primera de 18 años la que le dieron, por lo menos le pusieron la máxima de 35 años de cárcel, no está libre y eso le da un poquito de paz a uno como familia", manifestó Vásquez.

El abogado de la familia, Rodrigo Araya, destacó la magnitud de este suceso y lo considera como uno de los más mediáticos a nivel nacional.

"Ha sido, en mi opinión, el caso más mediático que ha existido en relación con una desaparición de una joven. Lamentablemente, hoy hace cinco años Allison desapareció y no fue hasta finales de setiembre de 2020 cuando aparece su cuerpo.

"Se pasó por dos juicios para que al imputado se le pudiera condenar con la pena máxima. Hoy está condenado a 35 años de prisión. Si bien esto no va a devolverle a la mamá de Allison a su hija, pudieron cerrar un capítulo de encontrar justicia en la tierra y que al sujeto se le impusieran la máxima pena", expresó Araya.

Desde el mismo 4 de marzo de 2020, cuando Allison no regresó a casa, sus familiares y amigos emprendieron su búsqueda en el sector de Cachí, en Cartago. Videos y audios de sus últimas horas de vida circularon en redes sociales y ayudaron a reconstruir los últimos momentos antes de su desaparición.

Las diligencias policiales llevaron a la captura del principal sospechoso, Nelson Sánchez Ureña, alias “Sukia”, quien confesó haberla agredido sexual y físicamente antes de deshacerse de su cuerpo en un botadero clandestino, ese mismo 4 de marzo. Sus restos fueron localizados en setiembre de ese mismo año.

En un primer juicio, en agosto de 2021, Sánchez Ureña fue condenado a 18 años de prisión por homicidio simple. Sin embargo, el abogado Araya apeló la sentencia, luchando para que se reconsiderara la gravedad del crimen.

"Creí que iba a quedar así (en 18 años de cárcel), pero nunca perdimos la fe. Gracias a los Tribunales de Apelación nos dieron la razón, repetimos la fundamentación de la pena y le dieron 35 años por homicidio calificado", agregó Araya.

Finalmente, el 28 de setiembre de 2023, el Tribunal Penal de Cartago dictó la pena máxima de 35 años de prisión contra el asesino de Allison. El Tribunal reprochó a “Sukia” la forma cruel e inhumana con que acabó con la vida de la joven, a quien lanzó a un basurero clandestino de 450 metros de profundidad, estando aún viva y tras agredirla sexualmente.

Para la madre de Allison, el dolor nunca desaparece: “Desde que empieza este mes me siento mal, lloro y uno no lo puede evitar como mamá. Veo fotos y videos y deseo traerla”.

El caso de Allison Bonilla se convirtió en un símbolo de la lucha contra la violencia de género en Costa Rica. Su memoria sigue presente, y su madre, junto con miles de personas que se solidarizaron con su causa, continúan exigiendo justicia para todas las víctimas de femicidio.