Última Hora

La aplicación de la vacuna contra el COVID-19 no será obligatoria en el país.

Así lo reconoció esta tarde el ministro de Salud, Daniel Salas, quien recordó que la legislación solo establece esa obligatoriedad en menores de edad.

Con esto en mente el jerarca aprovechó la conferencia de Salud de este viernes para subrayar primero la importancia del proceso de vacunación en el objetivo último de inmunizar al país contra el mortal virus, y luego para desmitificar los rumores que circulan en torno a las vacunas.

“Las personas que niegan la capacidad y eficacia de las vacunas existen y seguirán existiendo (…) Es importante dejar claro que las vacunas no causan esterilidad ni mucho menos autismo, no modifican nuestro ADN y no contienen coronavirus o microchips.

“Las vacunas permiten que nuestro cuerpo pueda neutralizar el virus. Vacunarnos nos protegerá como individuos y como colectivo. Costa Rica es referente en el mundo por su completo esquema de vacunación y su cultura de comprensión de los beneficios al vacunarse, y estamos seguros que la campaña contra el COVID-19 no será la excepción”, enfatizó el jerarca.

Costa Rica suma de momento seis millones de dosis compradas que alcanzarán para cubrir a tres millones de habitantes, pues cada persona requiere dos dosis.

Se espera que las farmacéuticas Pfizer-BioNTech (tres millones de dosis), AstraZeneca-Oxford (un millón de dosis) y la iniciativa COVAX de la Organización Mundial de la Salud (dos millones de dosis) entreguen sus fármacos en el primer trimestre del próximo año en una fecha aún no definida.

¿Cómo se aplicarán?

Con capacidad para solo cubrir a un poco más de la mitad de la población, las autoridades recordaron hoy que la priorización de los grupos de riesgo es vital y que ese proceso de selección ya inició.

La vacunación, que estará a cargo del Programa Ampliado de Inmunizaciones de la Caja Costarricense de Seguro Social, se hará a partir de la definición de las poblaciones que recibirán las primeras dosis y que se elegirán según dos variantes principales: el riesgo de contagio y el riesgo de muerte.

Así, los trabajadores en la primera línea de atención de la pandemia estarán dentro de este grupo debido a su elevado nivel de exposición, lo mismo sucederá con los adultos mayores y las personas con condiciones de riesgo asociadas como obesidad, diabetes o hipertensión.

La campaña de vacunación iniciará una vez que se reciban las dosis, se aprueben los medicamentos por parte de la FDA y se firmen los permisos necesarios en el país.

Este último proceso, según dijo hoy el viceministro de Salud, Pedro González, no tardaría más de 48 horas.