Para “Coco”, como lo llaman sus amigos, el baile no es solo un pasatiempo, sino el hilo conductor de su vida. Cada ritmo y movimiento han tejido su historia, marcada por recuerdos imborrables, amistades entrañables y hasta un amor que lo llevó de vuelta a Costa Rica (ver nota completa en el video adjunto).

Después de más de 40 años en Estados Unidos, encontró en el folclor una conexión profunda con sus raíces y, sin preverlo, también con su futuro. Fue precisamente a través del baile que conoció a su actual pareja, un encuentro que transformó su destino y lo impulsó a regresar al país que lo vio nacer.

Con una energía contagiosa y una pasión inquebrantable, “Coco” continúa bailando desde el amanecer hasta el anochecer. Para él, el baile es más que una expresión artística: es el motor de su vida, el lenguaje con el que comunica su alegría y la fuerza que impulsa cada uno de sus días.