Para Flor Mata, la Soda Río de Janeiro es algo más que un local comercial, es el lugar que le permitió sacar a sus hijos adelante y que incluso estudiaran medicina y construyeran consultorios médicos. 

El negocio lo comenzó junto a su esposo, quien falleció hace nueve años, por eso, desde entonces, esta valiente empresaria tomó las riendas del local más antiguo del mercado cartaginés.

La soda inició como un pequeño chinamo y hoy, seis décadas después, alquila dos de los locales más grandes del mercado.

Pese a que ya supera los 70 años de edad, todos los días atiende a los clientes de 6 a.m. a 6 p.m, y su entrega y carisma son precisamente la razón que los hace volver.

Conozca más detalles en el video adjunto.