Varios medios internacionales de noticias hicieron eco, este martes, del accidente aéreo que dejó cinco personas muertas y una herida grave en las montañas de Escazú, San José.
CNN, Deutsche Welle (DW), Associated Press (AP), Reuters y The New York Times fueron algunos de los reconocidos diarios extranjeros que informaron sobre la tragedia vivida este lunes a las 12:30 p.m. en cerro Pico Blanco.
“La avioneta se estrelló en una zona montañosa en las afueras de la capital costarricense, San José. Una de las seis personas a bordo se encuentra en estado crítico”, dijo DW.
Por su parte, AP tituló: “Avioneta que transportaba a seis personas se estrella cerca de la capital de Costa Rica”.
Mientras que, CNN destacó: “Accidente aéreo deja cinco muertos y una herida en condición crítica en Costa Rica”.
Preliminarmente, se presume que el trágico hecho pudo haber ocurrido a causa de las malas condiciones climáticas que se dieron en horas de la mañana; pero, de momento, las autoridades desconocen las razones que provocaron el fallo en la comunicación con la aeronave y el posterior accidente.
La aeronave tipo Cessna 206, matrícula TI-GER, desapareció luego de salir de Barras de Tortuguero rumbo al Aeropuerto Internacional Tobías Bolaños, en Pavas, sin embargo, se accidentó a unos 7.000 pies de altura antes de llegar a su destino final.
El lunes por la noche, la Dirección General de Aviación Civil dio a conocer la lista oficial de las personas que viajaban en ella: seis pasajeros, incluyendo el piloto. Se trata de tres hombres y tres mujeres, todos costarricenses.
Todos los ocupantes tenían edades de entre 27 y 64 años.
El piloto, Mario Miranda Ramírez, de 40 años, murió en la escena, así como los pasajeros Ruth Pamela Mora Chavarría, de 27 años; Jean Franco Segura Prendas, de 28 años, y Gabriela Caleja Montealegre, de 64 años.
La única sobreviviente fue Paola de Los Ángeles Amador Segura, de 31 años, quien fue ingresada en condición crítica al Hospital San Juan de Dios este martes por la mañana.
Desde muy temprano este martes, más de 80 personas, entre cruzrojistas, rescatistas, bomberos, baqueanos y vecinos, trabajan en las labores de rescate de las cinco personas fallecidas, quienes permanecen en el lugar de la tragedia.