Tras el triunfo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, una de las preguntas que se han formulado es si esto impactará en alguna medida el plan dentro de la Ley Chips and Science, que busca redirigir la industria de semiconductores hacia Costa Rica.
La Ley Chips and Science se creó en el 2022, y fue impulsada por el presidente Joe Biden, con el objetivo de abandonar la dependencia que tiene su nación y el resto del mundo de la manufactura y ensamblaje de semiconductores, concentrada hoy en Asia.
De acuerdo con el ministro de Comercio Exterior, Manuel Tovar, si bien considera es importante esperar para conocer los planes de la nueva administración, también recuerda que se trató de una ley que contó con el apoyo tanto del Partido Republicano como del Demócrata, cuando fue aprobada por el congreso.
“Costa Rica mantiene una relación cercana con los Estados Unidos, la cual no debería verse alterada”, afirmó Tovar.
El jerarca indicó que de manera paralela a lo relacionado con la Ley Chips and Science, el COMEX lanzó una Hoja de Ruta de Semiconductores en marzo pasado, que busca fortalecer el clima de inversión para el sector y potenciar áreas de la cadena de valor en las que ya Costa Rica participa, como diseño de semiconductores, e investigación y desarrollo.
Este plan, de acuerdo con el ministro, se coordina con más de 20 instituciones públicas y se continuará implementando de manera independiente a la Ley de Chips and Science.
Sin embargo, el presidente de la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio (Amcham), Juan Carlos Chavarria, recordó que Trump ha expresado críticas hacia Chips Act, lo que podría resultar en un cambio en las políticas comerciales y de inversión que impacten esta estrategia.
A pesar de ello, Chavarría resaltó la histórica relación entre ambos países.
"Costa Rica siempre ha sido un aliado comercial de Estados Unidos, incluso durante la primera administración de Trump, en donde la inversión extranjera directa de Estados Unidos en nuestro país continuó creciendo", enfatizó el presidente de Amcham.
Para el analista temas económicos, Daniel Suchar, considera que no hay que temer en absoluto, ya que la decisión de elegir a Costa Rica para la ubicación de la industria de semiconductores se ve aún más fortalecida con la llegada de Trump al poder.
"En el caso de que alguien quiera echar para atrás este tipo de decisiones, iría en contra de lo que está diciendo sobre la vulnerabilidad que se tiene con la dependencia única de Taiwan y China.
"Sabiendo se trata de una decisión apoyada tanto por republicanos como por los demócratas, hace que el presidente electo, Trump, esté tranquilo de que puedan establecer el nearshoring y friendshoring. “Near” porque Costa Rica está a tres horas de Estados Unidos, y “friend” porque es uno de los tres países de Centroamérica que le ha mostrado una lealtad histórica a Estados Unidos, lo que hace que pueda confiar aún más en Costa Rica", enfatizó el analista.
Para Suchar, es importante recordar que las inversiones que venían de Estados Unidos, los turistas y las exportaciones, crecieron con tranquilidad en el primer periodo de Trump.
También indicó que no hay que perder de vista de que Costa Rica es el único país de Centroamérica que va a tener el ‘Global Entry’ a partir del 2025.
Estos elementos brindan para Suchar, un panorama favorecedor para Costa Rica, ante los ojos de Estados Unidos, especialmente ante la nueva administración.