Desde los 2 años, Cahuita fue el hogar de Walter Ferguson, el legendario cantautor dedicado al calipso limonense, quien, según asegura Teodoro Symes, familiar de Ferguson e investigador, “era una persona con unos valores morales muy fuertes, que procuró inculcar en sus hijos”.
Este músico autodidacta tocaba la dulzaina, la armónica, el ukelele, la guitarra y el clarinete y cada una de sus composiciones contenía un importante mensaje sobre la realidad que enfrentaba su comunidad.
En honor a su legado, el Festival Flores de la Diáspora Africana es el precursor de una exposición que se encuentra abierta para todo el público en la Biblioteca Nacional (ver nota completa en el video adjunto).
Este espacio ha sido visitado por personas de todo el país que desean conocer más sobre la vida y trayectoria musical de Ferguson con el calipso tico, que lo hizo merecedor de una gran cantidad de reconocimientos que se pueden apreciar en ese mismo lugar.
Su amor hacia la música fue tal que, a los 103 años, compuso una canción en sus últimos días de vida.