En Manzanillo un grupo de mujeres dejó la pesca para cultivar en el mar, ellas están construyendo un restaurante flotante y granjas marinas como un medio para combatir la escasez y promover un nuevo sector productivo en el Golfo de Nicoya.

La situación en el Golfo es crítica: alrededor de 11 mil pescadores dependen del mar para vivir. Sin embargo, la sobreexplotación y el cambio climático han vuelto la pesca cada vez menos viable.

Hace tres meses, este grupo de mujeres decidió actuar y se embarcó en la construcción de este nuevo sector. Esta es el primera de seis granjas,  y tres restaurantes flotantes,  que se establecerán en diferentes zonas costeras. El objetivo es desarrollar la maricultura como una nueva industria en Costa Rica.

Un equipo de 7 Días visitó el proyecto en construcción, así como una iniciativa similar que ya está operando en Isla Venado.