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Redacción: Miguel Fallas

La Navidad suele estar asociada con alegría y momentos especiales, pero no todas las personas la disfrutan de la misma manera. Las presiones sociales, como mantener un ánimo constantemente feliz, cumplir con reuniones familiares o afrontar gastos excesivos, pueden generar un impacto significativo en nuestra salud emocional.

Además, la ausencia de seres queridos, ya sea por fallecimiento o distanciamiento, puede intensificar los sentimientos de tristeza y soledad. Es importante reconocer estas emociones como válidas y naturales, sin juzgarlas, y buscar maneras de gestionarlas con amabilidad hacia uno mismo (repase la información en el video adjunto). 

Las expectativas sociales y el consumismo también acrecentan el estrés navideño. La necesidad de comprar regalos o planificar celebraciones puede convertirse en una carga financiera y emocional.

Para aliviar esta presión, se recomienda priorizar lo que realmente es significativo, como compartir tiempo de calidad en lugar de centrarse en lo material. Del mismo modo, establecer límites saludables en las reuniones familiares puede ayudar a reducir tensiones y promover un ambiente más armonioso.

Si enfrenta tristeza o ansiedad durante estas fechas, es útil practicar la autocompasión y buscar apoyo emocional.

Además, diferenciar entre una reacción emocional temporal y un posible trastorno emocional es clave; si los síntomas persisten o afectan su vida diaria, no dude en buscar ayuda profesional.

Para más información puede contactar a la psicóloga Marta Correa Valverde en su sitio web: www.martacorreapas.com, al Instagram y Facebook como: @martacorreapas.

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