De la A a la Z
Artículo de opinión
¡Solo quiero fluir!
A finales de 2024, viví uno de los momentos que marcarán mi existencia: la pérdida física de mi madre. No es sencillo, pero el ritmo de la situación me invitó a fluir. En este artículo de #DeLAAALaZ quiero contarle cómo lo logré.
22/1/2025 14:20
Bernal Fonseca / Empresario, culturepreneur y triatleta competitivo de larga distancia.
Hoy solo voy a escribir de forma libre. Sí, puede que sea la manera más riesgosa de hacerlo porque generalmente defino pilares de lo que se va a comunicar, investigo acerca de cada uno de ellos y, finalmente, empiezo a generar un boceto de las ideas conformadas. Finalmente, paso a leer toda la redacción, corregir, revisar y entregar una versión basada en todo ese proceso.
Hoy no será así. ¿Por qué? Porque deseo dejar que fluyan las ideas y las cosas al sentimiento de lo que vivo al iniciar el 2025. Además, es mi intención explícita para que usted también se anime a romper las estructuras mentales que muchas veces limitan la creatividad, la innovación y el progreso evolutivo/soberano de las situaciones o cosas.
¿Qué he aprendido al fluir?
Al cierre del 2024, viví uno de los momentos que marcarán mi existencia por la eternidad: la pérdida física de mi madre. Comprenderán que no es sencillo este camino con su ausencia, sin embargo, el ritmo de la situación me invitó a fluir.
He aprendido que la vida es tan natural y divina como un amanecer a la orilla del mar o la noche que arrulla el pensamiento con sus estrellas brillando. De momentos presentes. Es un regalo que estamos invitados a disfrutar plenamente.
Sumado a este hito en mi vida, se unió un proceso de desarrollo profesional que se venía construyendo meses atrás, pero que despertaba preguntas en mi interior sin tener muy claras las respuestas. Ambas situaciones tuvieron su cierre para ir hacia el siguiente momento.
Estas son mis lecciones:
No es solo vivir un día a la vez, es hacerlo cada instante a la vez. Me desgasto mucho en visualizar lo que está por venir o si tengo lo necesario para ejecutar un siguiente paso. Eso me genera ansiedad e incertidumbre. Sobre ninguna de las dos tengo una solución, pero sí una vía de cómo manejarlo; un instante a la vez.
Priorice el tiempo con sus seres amados. El mundo avanza muy rápido, eso ya lo sabemos y nos consume a tal punto que el trabajo, la educación, el deseo de estatus o la razón que sea, se “come” el tiempo más preciado que podemos tener, el que podemos vivir al lado de quienes amamos.
Dios, mi esperanza. En todo este camino, mi ancla ha sido la relación que busco construir a diario con Dios. Ha sido mi refugio y pretendo sostenerla por lo que me corresponda vivir. Mi gran pregunta en este sentido ha sido, ¿a qué esperanza se puede aferrar la humanidad si no es a algo más grande que ella misma?
Si ya tenía una pasión, aumentarle un “par de rayitas” para buscar ser cada vez mejor. En mi caso, mi carrera deportiva me ha ofrecido un tratamiento psico emocional muy profundo. Me ha permitido unificar los tres puntos anteriores y salir a “darle con todo” cada mañana. Además, trasladar ese mismo “estado mental” a las otras facetas de mi vida.
Hoy fluí, lo prometo. Solo quiero invitarle a hacerlo en cualquiera que sea su campo de acción. Le aseguro, que cuando lo hacemos, todo, absolutamente todo se organiza de la mejor manera posible según el momento que vivimos.
Le invito a crear criterio en conjunto compartiendo conmigo su punto de vista a través de mi perfil en LinkedIn.
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