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Al menos 1.037 personas murieron por el sismo que sacudió el viernes por la noche Marruecos, según un nuevo balance del Ministerio del Interior divulgado este sábado.

El fuerte temblor, de magnitud 6,8 según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), dejó también 1.204 heridos, "de los cuales 721 están en estado crítico", indicó el ministerio en un comunicado. El anterior balance era de 820 muertos y 672 heridos.

Mbarka y Hafida no perdieron a ningún miembro de su familia, una suerte que desgraciadamente no pudo compartir Fatiha Aboualchouak, cuyo sobrino de cuatro años falleció.

La treintañera, que caminaba cojeando como en un trance, no tiene "fuerza para hablar", admitió con voz débil.

Según los medios de comunicación marroquíes, se trata del sismo más potente sufrido por el reino.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el movimiento telúrico fue de magnitud de 6,8 y se produjo a una profundidad de 18,5 kilómetros, con epicentro 71 kilómetros al suroeste de Marrakech, un popular destino de turistas extranjeros.

En la ciudad ocre, donde se registró un balance provisional de 13 muertos, cientos de turistas y residentes de los barrios vecinos se refugiaron en la famosa plaza Yamaa el Fna.

Muchos durmieron en el suelo, a veces sin cobijas.

Otros no consiguieron pegar ojo, como Ghannou Najem, octogenaria que llegó desde Casablanca a Marrakech unas horas antes del temblor.

"Vine para visitar la ciudad con mi hija y mi nieta. Por la noche ellas salieron y yo me quedé en el hotel. Iba a dormir cuando escuché portazos y el ruido de las contraventanas. Salí aterrada, creí que iba a morir sola", afirmó.

Una experiencia 'traumática' 

A unos metros, Rabab Raïss, envuelta en un edredón, describió el sismo como "la experiencia más traumática de mi vida".

"Veía a la gente correr por todas partes, había mucho polvo por los derrumbes. Estaba aterrorizada", afirmó la joven de 26 años, residente en Marrakech.

"Es una experiencia dolorosa, estoy de todo corazón con las familias de las víctimas", añadió.

Además de Marrakech, el violento temblor se sintió en Rabat, Casablanca, Agadir y Esauira, sembrando el pánico entre la población.

Muchas personas salieron a las calles de esas ciudades, temiendo el derrumbe de sus viviendas, según imágenes publicadas en redes sociales.

En 2004, al menos 628 personas murieron y 926 resultaron heridas cuando un terremoto de magnitud 6,3 golpeó Alhucemas, al noreste del país.

Y en 1960, otro sismo destruyó Agadir, en la costa oeste del país, dejando más de 12.000 muertos, un tercio de la población de la ciudad.