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Guillermo Alvarado es un geólogo que ha trabajado en varios incidentes naturales importantes. Sin embargo, en todos sus años de experiencia, nunca había visto una acumulación de árboles como la ocurrida tras la avalancha en Aguas Zarcas de San Carlos.

El deslizamiento de unas 40 hectáreas provocó que el material cayera al río y que todos los árboles y residuos se estancaran.

"Esa acumulación de troncos es sorprendente. Yo he trabajado en otros eventos parecidos como en Cinchona, donde que también bajaron flujos de barro y troncos, y en [el huracán] Otto, para todas las corrientes que generó, y yo nunca había visto esto. Si había acumulación de troncos, pero con ese nivel es verdaderamente sorprendente", indicó. 

A su criterio, y según lo que pudo ver en el video, la diferencia estaría en que este sufrió un efecto embudo, algo que los otros no registraron debido al ancho del caudal.

"En algún momento los troncos, que parece un dominó, llegaron a alguna parte angosta y no pudieron pasar, entonces quedaron apilados de esa forma. Es como cuando alguien quiere salir de un estadio, pero solo hay una puerta. Eso es lo que ocurrió ahí, un apilamiento", explicó. 

¿Qué peligro representa? 

Alvarado aseguró que, hasta el momento, el río ha "manejado bien" el deslizamiento en términos de que los puentes no se han socavado y que no ha habido pérdidas humanas. 

Sin embargo, se debe pensar en los posibles escenarios con esa gran cantidad de troncos estancados. 

La primera es que no ocurra un evento mayor y, poco a poco, los troncos sean arrastrados por el agua. 

En otros casos, las personas han aprovechado este tipo de apilamientos para sacar madera. 

"En ocasiones anteriores, las personas sacan permisos para utilizar esa madera y que no se pierda porque de igual manera estando ahí se van a podrir", dijo. 

El tercer escenario que hay que considerar es si los troncos están estorbando el cauce, pues, de ser así, el geólogo asegura que será primordial liberarlos.

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