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El linaje JN.1, la más reciente variante de interés del SARS-CoV-2, necesitó dos meses para convertirse en la de mayor circulación de Costa Rica.

La también llamada pirola fue detectada por primera vez en el país durante la semana epidemiológica 46 del 2023, es decir, entre el 12 y 17 de noviembre.

Durante la segunda semana epidemiológica del 2024 (del 8 al 13 de enero), la variante se confirmó como la de mayor presencia en los contagios de COVID-19, según se desprende de un reporte del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).

La entidad —que da vigilancia genómica desde hace cuatro años al virus— hizo público su balance luego de que la Organización Mundial de Salud (OMS) emitiera una alerta sobre un aumento en la actividad de enfermedades respiratorias en América.

Entre las semanas epidemiológicas 47 de 2023 y 2 de 2024, el Instituto secuenció 139 genomas de SARS-CoV-2.

Tres de cada 10 de esos casos corresponden a pirola.

Detrás de la JN.1 (29,5%) están las variantes EG5 (22,3%) y XBB.1.5 (16,5%).

Las variantes XBB.1.5 y XBB.2.3 fueron las más predominantes en 2023. No obstante, en los últimos dos meses estas fueron desplazadas por variantes como JN.1, EG.5 y BA.2.86, lo que confirma una transición en los linajes más frecuentes, de acuerdo con el órgano técnico.

Según lugar de residencia, las muestras se desglosan de la siguiente manera: San José (30,2%), Alajuela (27,3%), Puntarenas (19,4%), Heredia (19,4%), Limón (2,2%) y Guanacaste (1,4%).

El 53,2% de los casos corresponde a mujeres y el 46,8% a hombres, con edades que van desde los 0 hasta los 96 años. De estos, el 8,6% eran menores de 5 años y 33,1% mayores de 60 años.

De acuerdo con la información suministrada en la boleta de vigilancia genómica referida al Instituto, el 22,3% de los genomas analizados provenían de pacientes hospitalizados y 1,4% fallecidos. Asimismo, 92,1% provenían de pacientes sintomáticos.

Si bien durante el año pasado se observó una disminución en la recepción de muestras para vigilancia genómica, a partir de la semana epidemiológica 31 se observó cierto repunte para 2024.

"Ventaja antigénica"

El 19 de diciembre de 2023, la Organización Mundial de la Salud clasificó el linaje JN.1 como una variante de interés del SARS-CoV-2, separándola de su linaje parental BA.2.86. Esto como respuesta a su acelerada dispersión.

Tres días antes, la base de datos Global Initiative on Sharing All Influenza Data (Gisaid) compartió secuencias de pirola de 41 países distintos

De acuerdo con la evaluación del riesgo hecha por el ente internacional, la JN.1 podría poseer alguna "ventaja antigénica" para evadir la respuesta inmune.

Aun así, se espera que la inmunidad poblacional actual mantenga una reactividad cruzada contra la nueva variante, de acuerdo con la información disponible.

La evidencia limitada actual, empero, no sugiere que la severidad de la enfermedad sea mayor para otras variables del virus, por lo que la Organización Mundial de la Salud clasificó la JN.1 como una variante con riesgo general bajo.

En Costa Rica se han secuenciado 41 genomas de pirola. Estos corresponden a pacientes con un rango etario de 0 a 91 años.

Un 53,7% son hombres, frente a un 46,3 % de mujeres.

El 19,5% se encontraba hospitalizado, según las boletas referenciadas al Instituto de Investigación y Enseñanza en Nutrición.

Los síntomas más frecuentes reportados fueron dolor de cabeza, fiebre, mialgias (dolor muscular), rinorrea y tos.

El linaje fue identificado en Alajuela (31,7%), San José (26,8%), Puntarenas (19,5%), Heredia (12,2%), Limón (7,3%) y Guanacaste (2,4%).

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