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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) busca detener a los cuatro sospechosos de llevar a cabo un atentado contra el opositor nicaragüense Joao Maldonado y su esposa, el 10 de enero pasado en plena vía pública en Montes de Oca.

Las diligencias para lograr las aprehensiones se mantienen en desarrollo en un condominio en Alajuelita, así como en viviendas en la ciudadela León XIII de Tibás y el bajo Los Anonos en Escazú. Además, la Policía Judicial pretende hacer una captura en vía pública en Hatillo de San José.

Hasta el cierre de esta publicación, solamente se había logrado la detención de dos personas.

Se trata de un costarricense de apellido Rivas, señalado como el aparente tirador que propició siete tiros a Maldonado y uno a su mujer, de apellido Robleto.

El otro es un nicaragüense Vargas.

Restan por aprehenderse otros dos costarricenses de apellidos García y Quesada.

El primero en apariencia fue el encargado de seguir a la pareja a su salida de un hotel en San José, donde Maldonado se reunió con un periodista de su país.

Se cree que el primero de los nacionales era quien conducía la motocicleta de la cual —supuestamente— descendió Rivas para atacar a balazos al activista.

En cambio, el otro, presuntamente, fue el que se encargó de sacar al gatillero de la escena.

"No solamente era con un periodista de origen nicaragüense, sino que minutos antes tuvo una conversación con él. Después de eso fue seguido por otro sujeto de apellido Vargas, quien en apariencia también conduce un vehículo I10 que le da seguimiento desde el momento en que salen del hotel capitalino hasta donde llegan a una universidad. Este sujeto también es nicaragüense. Evidentemente, aquí hay una conexión de dos personas con un país vecino, Nicaragua", señaló el director general de la Policía Judicial, Rándall Zúñiga.

Este es el segundo atentado al que sobrevive Maldonado desde su llegada a Costa Rica en 2018, cuando se autoexilió en medio de la persecución desatada por el régimen de Daniel Ortega tras las multitudinarias protestas que iniciaron el 18 de abril de ese año contra las reformas anunciadas al Seguro Social de ese país, pero que se mantuvieron pese a que las mismas fueron revocadas.

La otra vez, el opositor fue objeto de una balacera, tres años atrás.

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