Exministra de Educación también guarda silencio sobre cuestionarios en pruebas FARO

La exministra de Educación, Giselle Cruz Maduro, guardó silencio esta tarde ante los diputados que investigan la aplicación de los polémicos cuestionarios de factores asociados practicados a más de 70.000 escolares en noviembre anterior.

Igual a lo que hizo horas antes la exviceministra académica Melania Brenes ante ese mismo órgano, Cruz afirmó a los legisladores que, en virtud de que el proceso se judicializó, no respondería a ninguno de los cuestionamientos sobre el tema.

“¿Por qué renuncia?”, le preguntó Melvin Núñez (Restauración Nacional) ante la salida de Cruz del cargo en medio del escándalo por los formularios que se incluyeron en las pruebas FARO.

“Muchos dirían que no renunció, que la sacaron por la puerta de atrás”, añadió Núñez, luego de que la exfuncionaria declinara a responderle.  

El puntarenense cuestionó también la utilidad de sesiones como esta y la de esta mañana cuando los funcionarios aportan poco a la investigación.

Tanto Cruz como Brenes son objeto de una investigación judicial y administrativa por aplicar dichos cuestionarios que, según la propia Sala Constitucional, violentaron la intimidad y privacidad de los menores de edad, con la agravante de ser una población sensible y en el marco de una relación de poder.

Hasta ahora, la comisión ha sido incapaz de determinar quién o quiénes fueron los encargados de esos cuestionarios, aunque la semana anterior se conoció un informe del Ministerio de Educación Pública (MEP) que apunta al exdirector de la Dirección de Gestión de Calidad y Evaluación, Pablo Mena, y a la exjefa del departamento de Evaluación Académica y Certificación, Florlenis Chévez, como responsables.

El mismo informe exime de toda responsabilidad a Cruz, Brenes y al resto de los altos mandos del ministerio, algo que no compartieron los legisladores.