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Desde el 2020 a la fecha,  Costa Rica registra más de veinte mujeres , cada año, víctimas de femicidio, un tipo de muerte de violenta al cual se le asigna esta categoría cuando el asesino mantenga o haya mantenido una relación o vínculo de pareja, sea matrimonial o de otro tipo, con la mujer asesinada, según el artículo 21 de la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres. 

Y desde el 2021, el artículo 21 bis reconoce el "femicidio en otros contextos", el cual, enumera otras siete circunstancias en las que puede ocurrir un asesinato y dársele también la categoría de femicidio. 

Datos entregados por el Observatorio de la Violencia de Género del Poder Judicial a Teletica.com, registran 20 femicidios hasta el 8 de noviembre de este año. A dicha cifra se le suma un caso que trascendió durante esta semana en Guanacaste. 

El caso número 21 se trata de una joven de una mujer de 29 años y de apellidos Chacón Carrión, quien fue encontrada sin vida dentro de su vivienda, en La Cruz; tenía heridas por arma blanca en la cara y el tórax. 

Según el registro judicial, desde el 2021 la cifra experimenta cierta estabilidad en valores que rondan las 20 y 25 víctimas, pese a los múltiples esfuerzos de diferentes instituciones por evitar que más mujeres sufran esta tragedia. 

La ciudadanía percibe que la violencia contra las mujeres ha ido creciendo año con año, según la Encuesta de Opinión Pública, elaborados por el Centro Investigación y Estudios Políticos (CIEP) y la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica en setiembre de este año. 

"En relación con la percepción que tienen las personas sobre la violencia contra las mujeres, se solicitó a población encuestada que contestara, según su conocimiento, si esta había disminuido o aumentado en el último año en comparación con años anteriores. Ante esta pregunta, el 90% de las personas encuestadas manifestó que la violencia contra las mujeres ha aumentado respecto a años anteriores." explica el estudio. 

Un dato que respalda el criterio de la opinión pública, es el total de muertes violentas registradas por el Observatorio, las cuales, crecieron un 44% entre 2022 y 2023


"Lo que se debe hacer es trabajar en otras líneas para que el modelo patriarcal, en donde la violencia machista se ha instalado como una manera de resolver cualquier diferencia, no tenga lugar. En eso es en lo que estamos fallando terriblemente.

Si bien en las escuelas se podrían enseñar temas de asertividad, de tolerancia y resolución alternativa de conflictos, pues no, más bien estos asuntos que son tan importantes para la convivencia ciudadana no han tenido eco en las autoridades ministeriales", reflexiona el criminólogo Rodrigo Campos. 

A criterio de Campos, más bien se han normalizado ciertos dichos, frases y acciones machistas desde posiciones de poder. 

"El Estado mismo, en muchos espacios, ha estado promoviendo o normalizando que ocurra este tipo de violencia. Para algunas personas la violencia será una mala forma de ver, para otras una agresión verbal, pero para otras la violencia únicamente puede llevar al exterminio de las demás personas", explica el criminólogo. 

Para el especialista, los mecanismos legales como las órdenes de alejamiento y la normativa legal pierde efectividad porque el femicida no actúa "con la ley bajo el brazo", por lo que su actuar no es en función de la normativa vigente. 

"Lo que sí afecta son las formas normalizadas que tenemos para llevarnos como sociedad", explica Campos, quien reforzó la idea de que es necesario actuar desde la formación de las personas en sus primeras etapas educativas. 

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