La última proyección sobre la sostenibilidad del régimen de invalidez, vejez y muerte (IVM), que agrupa la mayoría de trabajadores del país, es que sus reservas se agotarán en 2047. 

Si a eso se suma que otro régimen como el no contributivo, que financia las pensiones de los más pobres, ya no tiene recursos para nuevos beneficiarios, está claro que la sostenibilidad de los sistemas de pensiones de Costa Rica es una discusión impostergable. 

Por eso mismo, y desde mayo anterior, la Superintendencia de Pensiones (SUPEN) lleva adelante un "diálogo social" que involucra a autoridades y sectores, incluidos sindicatos, empresarios y la academia.

La consigna es una sola: definir una ruta viable que evite el colapso del sistema de pensiones en Costa Rica. 

Para explicar por dónde va esa trascendental discusión, Teletica.com conversó con Mauricio Sotodirector de la División de Supervisión de Riesgos de la SUPEN y el encargado de ese vital proceso.

¿Qué es lo que persigue este diálogo nacional sobre pensiones?

Es tal vez inusual tener al supervisor tomando la batuta operativa de montar un diálogo social que lleva demasiado trabajo, pero tal vez nuestro sistema nacional de pensiones, que es muy robusto y que está constituido en cuatro pilares que es algo que están emulando algunos otros países de la región, si bien esa es una gran fortaleza, también es un poco complejo, entonces tiene temas como la autonomía de  la Caja Costarricense del Seguro Social que de alguna forma llegó al límite, le permitió a la Caja, por mucho tiempo, posponer decisiones que tuvo que haber tomado y eso impidió al país prepararse para el cambio demográfico que estamos viviendo, que ya se nos vino encima.

Entonces de alguna forma tenemos una enorme presión. El tiempo está corriendo porque nos quedan si acaso unas dos o tres décadas todavía de estas generaciones como la mía, que en los 2050 vamos a pedir pensión, para hacer los aportes al sistema nacional de pensiones; para, ojalá, levantar un poco más de reservas y que el aterrizaje a esta transición demográfica no sea tan salvaje o rudo, sino que sea lo más suavizado posible.

Ese es un poco el espíritu de este diálogo. Por supuesto, sabemos que no se va a terminar, si bien este diálogo tiene ya una ruta de vuelo y esperamos en enero o febrero estar haciendo entrega de su principal producto a la Asamblea Legislativa y a otros tomadores de decisión, sabemos que los diálogos en pensiones normalmente tardan más de tres años, entonces posiblemente este diálogo sea también como el madre, que vengan otros sobre todo en frentes más políticos.

¿Costa Rica ya llegó tarde a esta discusión tan trascendental?

Imagínese que Cecil Nesbitt, que era una autoridad en los años 50, fue el primer actuario en estudiar el IVM, así consta en la memoria de 1950, y ya desde entonces cuando la realidad demográfica era otra, mucho más benigna y teníamos una esperanza de vida menor a la edad normal de retiro, lo que quería decir que la gente se moría antes de pedir pensión, en promedio, ya él decía que los aportes eran insuficientes; o sea, este régimen siempre ha tenido un déficit de aportes, los aportes históricamente han sido muy bajos, han sido en torno al 7,5% en los últimos años y va a llegar a 12,16%, pero aun así, aun llegando a 12,16%, esto es una gran brecha entre los aportes y las pensiones promedio que otorga, que son muy altas, en torno al 60%.

Hay como una regla más o menos de 1 a 3: si yo cotizo 10% tiendo a tener una pensión de 30% independientemente del país donde me encuentre e independientemente si es un régimen de capitalización colectiva o individual, es una regla que más o menos se mantiene, entonces imagínese que estamos dos veces esa regla, estamos recibiendo más del doble de lo que lo que se recibe internacionalmente.

Entonces sí, de alguna forma no es que llega tarde el diálogo, sino que tenemos que lidiar con todos estos años que no se hicieron suficientes aportes y eso es lo que quiere decir es que mucha gente va a ir a pedir pensión sin estar suficientemente capitalizada esa pensión, que se tuvo que haber tenido más aportes y unas reservas más altas para que el cambio demográfico no hiciera tanta mella en las pensiones futuras.

Como no se capitalizó un 100%, estamos dependiendo todavía de la razón de soporte, o sea, estamos pasándole un poco la factura a las futuras generaciones, pero esas futuras generaciones cada vez son menos. De hecho, en la última proyección que hace el INEC junto al Centro Centroamericano de Población, el escenario es totalmente catastrófico: estamos pasando de 5.900.000, en el 2100, a 3.500.000, se nos está desplomando totalmente la población, justamente en los segmentos poblacionales más jóvenes, empiezan a ser cada vez menos, y como también tenemos una población envejecida significativa, esos tarde o temprano también desaparecen de la población, entonces por eso es que se nos empieza a caer la población de forma significativa al final del siglo.

Con todas las aristas jugando en contra y ese punto trágico del IVM actualizado a 2047, pareciera que la población no comparte realmente la preocupación por la que insisten ustedes las autoridades, ¿por qué?

Yo creo que eso es vital, todo proceso de diálogo y esa ha sido una enseñanza de este, cuando hicimos la primera sesión con todos los sectores sociales de Gobierno, sindicatos, trabajadores y academia, nos dimos cuenta de que hay una demanda por alfabetizar incluso al mismo comité interparticipativo.

Entonces imagínese que estos son gente que ya está casi que de alguna forma u otra vinculada con el sector pensiones, pero aun así necesitaban esa alfabetización, entonces podemos sospechar que la alfabetización que tiene el país como un todo sobre este tema debe ser muy baja, como lo es también otros temas como educación financiera, que de paso está muy relacionado con la educación previsional y pensional.

Esa fue la primera gran lección que nos llevamos en este diálogo, hicimos unas mejoras, digamos, al proceso, dimos como un paso atrás y dijimos no, mejor empezar todos con la misma base y empezamos con ese proceso de alfabetización.

Tenemos expertos internacionales con los que empezamos este diálogo, como Rodolfo Saldaín de Uruguay, que nos decía que la educación es muy importante, o sea que en una parte se dialoga para hacer propuestas y medidas, pero otra parte es dialogar simplemente para educar a la población sobre este tema, entonces yo creo que basta un par de sesiones informativas sobre este tema para que propuestas que obviamente a todos nos gustan como que más bien nos reduzcan la edad de retiro y que sea de 60 años se entienda que es totalmente no factible y que si alguien lo propone es ya más por un tema más de populismo y no porque la gente se lo crea.

¿Y ese proceso educativo retrasó el cronograma del diálogo?

Nos hemos mantenido bajo el mismo esquema, tal vez ahí lo que hemos hecho uso más intensivamente es de un secretario técnico, que era un recurso que tal vez no teníamos al inicio, él nos ha suplido esa necesidad, porque él ha llevado reuniones bilaterales que son importantísimas de un proceso de diálogo.

Un aprendizaje valioso fue tener una metodología totalmente clara y aprobada por todos: acá realmente toda propuesta que se haga se pone en la matriz, se pone tal cual se presenta y luego se va a abrir un espacio de diálogo más técnico entre la superintendencia y cada uno de los proponentes para especificar cada una de las propuestas en caso de que hubiera dudas; y, por último, también la SUPEN va a hacer una opinión técnica de todas las propuestas.

El producto principal va a ser esa matriz, donde se recoja un poco todas las propuestas y eso es lo que se le va a llevar a un órgano de toma de decisiones políticas como la Asamblea Legislativa, para que nos dé una retroalimentación política y nos diga bueno, de todas estas propuestas vemos viables desarrollar en lo que queda del periodo legislativo la A, la B y la C, y dependiendo de ese de ese insumo que nos dé la Asamblea, volvemos de nuevo a tocar base con los proponentes para ya desarrollar, junto con la Asamblea, algo más similar a un proyecto de ley.

¿Saben que este diálogo avanza de la mano con que cada vez menos personas creen que van a disfrutar de una pensión?

Es muy importante sortear esa crítica principal que hoy tiene el sistema y es que no está siendo creíble. La gente siente o piensa que en algún momento estalla, que cae en default el IVM y se ahí se acaba y se dejan de pagar pensiones, entonces eso genera una profecía autocumplida, gente que deja totalmente de contribuir y eso más bien exacerba el problema que tal vez no se nos iba a materializar, pero cuando la gente lo cree y actúa en esa línea sí pasa, por eso para mí eso es un hito de este diálogo, tenemos que superar un poco esa discusión de que esto es un ajuste más y reforzar mucho para que, lo que se haga, de verdad perdure en el tiempo.

¿Ya se están recibiendo esas propuestas para solucionar esto?

Nosotros hicimos el lanzamiento del diálogo el 16 de mayo y ahí dijimos bueno, vamos a llevar en junio la conformación del comité interparticipativo, lo conformamos y empezamos lo que son seis sesiones: la de julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.

En diciembre ya tendríamos la sexta y última sesión, las primeras dos sesiones fueron como de sensibilización, de entender y educarnos todos y partir como de una misma base, ya a partir de la tercera, cuarta y quinta que es en noviembre, se le va a dar un espacio a los tres grandes temas que tiene pensiones, perfiles de requisitos y beneficios, portabilidad y sostenibilidad también, entonces se hizo como una amalgama de propuestas y se pusieron en la matriz.

Eso fue en setiembre, ahí tuvo una participación más protagónica la Superintendencia, pero con eso “espolvoreamos el avispero” de alguna forma, porque eso generó mucha reacción de todo el comité, tanto esas mismas propuestas como nuevas.

Aquí tal vez la gracia de un diálogo social es toda la discusión paralela o de acompañamiento que deba tener un nuevo ajuste paramétrico del IVM, porque todos queremos que si se tiene que hacer otro ajuste, que ya sea el definitivo para que no nos vuelvan en cinco años a decir bueno no nos alcanza la plata, hay que hacer otra reforma.

No queremos parches, entonces ahí hablamos también de gobernanza: por ejemplo, el IVM es totalmente libre y autónomo de seguir o no seguir la regulación que tiene la superintendencia, que eso es algo que la gente no entiende, el IVM puede realmente hacer lo que quiera, entonces lo que nosotros decimos es bueno, hacer una reforma constitucional nos llevaría varias legislaturas y un montón de trabajo para regular, lo más rápido acá es decirle vea, usted voluntariamente puede acogerse a la regulación de SUPEN, póngase usted mismo esas buenas prácticas, eso fue un poco lo que tratamos de hacer para que de alguna forma cada palo aguante su vela: si el IVM es autónomo para hacer los ajustes paramétricos, pues que los haga, lo que a nosotros concierne es que esos ajustes paramétricos de verdad sean sostenibles en el tiempo, que tengan una buena gobernanza, que ojalá se sometan voluntariamente a la regulación y supervisión de la SUPEN.

Y hablo mucho del IVM, pero el diálogo es de todo el Sistema Nacional de Pensiones, hablamos del régimen no contributivo, de posibilidades de generalizarlo, no para todo el mundo, pero sí como un seguro de pensión al final de nuestras vidas para que, los que lo requieran, lo puedan pedir y también en el ROP, en el tercer pilar y el 4.º pilar que es el voluntario, también hablamos de formas de masificar eso, sobre todo el voluntario, y en el caso del ROP también cómo integrar por ejemplo al trabajador independiente, que actualmente hay una traba para aperturarle las cuentas y que no va en línea con los cambios vertiginosos que tiene el mercado laboral, donde cada vez es más una realidad el trabajo autónomo y demás.

Ya tenemos algunas propuestas concretas sobre financiamiento, el Banco Central presentó un estudio a solicitud de Hacienda para, por ejemplo, impuestos a las transacciones financieras, comunicando con mucho cuidado todas las consecuencias que eso podría tener. También el Elian Villegas hizo varias propuestas interesantes para, por ejemplo, pasarle el Banco Popular al IVM como una fuente de capitalización.

¿Y qué vendrá en la próxima sesión?

Va a estar abocada a pensiones mínimas, que es un tema muy recurrente y que genera un problema de solvencia también en el IVM, porque un 43% de las pensiones que otorga ese régimen son mínimas, eso quiere decir que la gente contribuyó nada o muy poco a esa pensión, entonces le genera un problema de financiamiento al IVM, que tiene que recoger plata de los demás para pagar eso, entonces hay todo un tema en cómo lidiar con eso a futuro, sobre todo cuando la población adulto mayor se nos va a cuadruplicar en el 2050 y 2060, ahí es donde queremos abocar toda una sesión y luego quedaría la de cierre en diciembre, que es donde pensamos perfilar todas las propuestas que hemos recibidos.

¿También se discute el tema la deuda del Estado con la Caja?

Sí, hubo una solicitud en la última sesión donde se le pidió a SUPEN que haga una propuesta, lo mismo que a la CCSS.

Ese es un tema que está muy ligado, de hecho, tenemos un informe que rendir al comité de vigilancia del IVM y el tema de la deuda del Estado siempre ha estado presente en los informes que salen de la de la Superintendencia de Pensiones.

Obviamente no es un tema tan fácil como que Hacienda pase la plata y ya, porque esa plata no la tiene, y además la situación de las finanzas públicas todavía no está tan controlada como uno quisiera creer, entonces tampoco es que haya mucho espacio para que Hacienda pase más plata.

Hay mucho interés del comité interparticipativo para que ojalá no se toquen los beneficios, pero eso requiere más fuentes de ingreso y en una población que se hace cada vez más pequeña, entonces sí demanda mucha creatividad de dónde sacar para pagarle al Estado, para pagar las pensiones mínimas, de dónde sacar plata para no tocar las contribuciones patronales que son más altas del Estado en el Magisterio y en el Poder Judicial.

¿Tienen el dato de cuántas propuestas tiene esa matriz ya?

No, el dato exacto no, pero sí es una cifra considerable, ya son decenas. Se nos está haciendo una matriz bastante grande y el reto será cómo amalgamar un poco esa esa matriz en algo que sea fácil de transmitir a la Asamblea Legislativa.

¿Y la SUPEN tiene la obligación de revisar, una por una, la viabilidad técnica de esas propuestas?

Lo ideal es que sí. Primero vamos a reunirnos con todas las partes técnicas en caso de que la propuesta no esté clara y haya que aclarar y sí va a haber una columna con un criterio de la SUPEN, por ejemplo diciendo si la propuesta es cuantificable o no, si es relevante o no, porque también recibimos muchas propuestas que pueden ser que no muevan la aguja, que generan un aumento en la contribución pero no de manera significativa.

Ese es el tipo de comentario o insumo que podría hacer la SUPEN, pero obviamente siempre nos ponemos a disposición de la Asamblea y los tomadores de decisiones, pero habría que ver con la Asamblea qué tipo de prioridad le quiere dar a las propuestas y aquellas propuestas que se les dé prioridad, habrá que darle total prioridad y trabajar sobre esa.

Pero la Superintendencia no se quiera abrogar el derecho a decir esta va y esta no va, porque eso necesita de un insumo político, entonces eso sí lo queremos conversar antes con la Asamblea Legislativa.

¿Pero entonces ustedes, el diálogo, enviará todas las propuestas a los diputados y serán ellos los que elijan?

Sí, nuestra reputación y la del secretario de alguna forma está ya empeñada en que lo que vamos a llevar a la Asamblea es esa matriz, ese es nuestro producto, la matriz que se está elaborando con las cosas buenas y con las cosas tal vez no tan buenas que pueda tener esa matriz y sí se va a tener que hacer como una deliberación, por transparencia, con el mismo comité interparticipativo mediante un acto público y colgarlo en la página web de la SUPEN para decir esta es la propuesta con la que cerramos esta etapa, ya una vez colgada nos va a tocar tocarle la puerta a los asesores técnicos o a Servicios Técnicos de la Asamblea para ver si se requiere hacer algún tipo de ajuste y demás, y también ir conversando con los diputados, porque ellos sí nos van a tener que decir cuál de esas propuestas quisieran desarrollar, con las propuestas que sean seleccionadas, por supuesto ya la superintendencia va a colaborar plenamente ya en temas más de estimación y cálculos si no lo estuvieran y, por supuesto, con los mismos proponentes para ir colaborando y desarrollando su propia iniciativa en algo más similar o asemejarse a un proyecto de ley.

¿No les preocupa que con esa metodología se ensucie la discusión técnica en ese proceso y que al final se imponga un sentir político o populista por encima de lo correcto o viable?

Yo creo que en eso hemos tenido una agradable sensación de que, si bien el comité interparticipativo no está diseñado para que sea 100% de técnicos, nos hemos llevado la agradable sorpresa de no ver propuestas de corte populista, ninguno ha llegado con una propuesta como de bajemos la edad de pensión, o entreguemos el ROP, ha sido una agradable sorpresa.

La SUPEN siempre tiene el espíritu colaborador con la Asamblea Legislativa, entonces puede ser que nos lleguen propuestas que no nos gusten u otras que nos gusten más y en todas colaboramos, pero yo creo que ya llegar con una matriz donde más o menos se vean la diversidad de temas que hay pero que de alguna forma sí se demuestra que es bastante pluralista y que fue confeccionada por muchísimos sectores, sí nos da cierta robustez para decir que por aquí andan la las propuestas del comité y esperamos que ojalá los diputados puedan complementarlas y enriquecerlas, pero si se nos desbandan y hacen otras propuestas, por supuesto que ese riesgo siempre está presente.

Casi que es un banco de ideas lo que van a trasladar a la Asamblea…

Sí, tal vez un banco de ideas con ciertas iteraciones, ciertos filtros. Pero sí, en eso sí hemos optado más por el pluralismo y recoger la mayor cantidad de ideas y que no se sienta esto como algo cocinado desde el lado de SUPEN, que esto sea una mampara y que los proyectos de ley ya los tengamos hechos, nos quisimos alejar lo más posible de eso, porque sí había mucha suspicacia de que ese fuera el objetivo.

¿Y si esas ideas y esa discusión se estrellan contra la campaña electoral que sí o sí iniciará el próximo año?

Ya lo teníamos contemplado y de hecho se pensó así a propósito: Es un hecho que en ese año preelectoral normalmente no se hace mucho, en general en los últimos años estos grandes temas de Estado han estado un poco ausentes de la Asamblea Legislativa, donde temas de esta gran envergadura uno ve a los diputados con cierto recelo de entrarles yo creo que sí ayuda a que digamos tener por lo menos la batería de propuestas listas para, de alguna forma, hacerlo lo más vinculante posible a las nuevas fuerzas políticas que surjan, que eso genere ruido y también nuevo capital político.

Entonces de alguna forma ya eso lo teníamos de antemano, ojalá la Asamblea también nos ayude a conectar con los candidatos y fuerzas políticas que se estén presentando en ese momento, porque es de suma importancia en todo proceso de diálogo social en pensiones ese capital político y el capital político casi que se genera una vez cada cuatro años y es en las elecciones.

Incluso, algunas de esas ideas podrían transformarse en promesas de campaña.

El tema del financiamiento es uno de los más importantes, sino el más. ¿Cuál es la visión de SUPEN aquí?

De hecho, y un poco también para estimular la discusión, llevamos una propuesta sobre el financiamiento que estaba más abocada a aumentar el IVA para temas previsionales, que si yo voy a la pulpería en vez de que me cobren 13%, me cobren 16%, pero esos tres puntos porcentuales se me acrediten en una cuenta individual, tal vez como un ahorro forzoso, por así decirlo.

Esa esa propuesta, por ejemplo, ya la hicimos, entonces sí hay propuestas que vienen de nuestro puño y letra. Eventualmente estamos sometidos al mismo al mismo corte o rastrero político de los diputados, entonces si los diputados ven más atractivas otras propuestas, por supuesto vamos a elaborar las que sean seleccionadas

En eso la metodología es bastante agnóstica, no se casa con ninguna propuesta y es una herramienta que se encuentra en a disposición del todo el comité, entonces realmente es muy transparente de que lo que yo ponga literalmente queda en el formulario, lo hicimos adrede de esa forma para que la gente no tenga ninguna suspicacia de que vamos a meterle mano a las propuestas que nos llegue.

¿Y aumentar el IVA hasta dónde? Porque obviamente cuando se habla de impuestos o aumento de impuestos, siempre son discusiones álgidas.

En el IVA, y es algo que José Luis Arce nos comentó, es que Costa Rica tiende a pensar que tenemos contribuciones impositivas muy altas y eso, nos decía José Luis, no es tan cierto. De hecho, la carga tributaria por muchísimos años fue 9% del PIB, eso es una carga tributaria realmente baja dado la enorme presión por el gasto público que tiene nuestro Gobierno, por la gratuidad de la educación pública, la gratuidad de la salud pública, la gratuidad de la seguridad pública, entonces sí hay mucha demanda puesta en el Estado, pero sí es sabido que no tenemos una carga tributaria acorde, por eso es que hemos tenido siempre una historia fiscal deficitaria.

El IVA en particular es un impuesto donde nos encontramos bastante más abajo de la media, que por ejemplo en Chile anda en un 19%, o sea, hay países de la misma región con IVA bastante más altos, entonces sí se si se consideró que hay un espacio en ese impuesto, que es de relativa fácil recaudación y además tiene el beneficio de generar como más explícito el sacrificio de consumo presente, porque literalmente me están sacrificando un poco el consumo presente, pero como va directamente a mi bolsillo de alguna forma es que es lo que se busca en pensiones: guardar un poco más en mi consumo presente para el futuro, cuando ya no tenga las fuerzas vitales para salir a trabajar y demás.

¿Entonces la propuesta es que sea íntegro ese traslado? O sea, si pago un 3% más, ¿eso va a mi cuenta individual?

Hay espacios para elaborar, para hacer a la medida el gusto del diputado que finalmente acogiera una propuesta de esas, porque uno lo puede hacer que sea totalmente de capitalización individual, que vaya el 100% a mi cuenta individual o que tenga también un componente solidario, se podría, qué sé yo, decir mitad y mitad, 1,5% a un fondo solidario como el régimen no contributivo o como el IVM y el otro 1,5% a una cuenta individual.

Se nota que hay mucho interés por discutir no solo de impuestos, o lo típico como nuevos ingresos, el perfil de requisitos de beneficios y pensiones mínimas, entre otras, sino también hablar de los mecanismos, de los fondos, porque hay cierto recelo a pasarle por completo la plata al IVM, porque la gente no quiere que vuelva a suceder lo mismo de siempre, que a la vuelta de la esquina se vea en la necesidad de solicitar mayores ingresos o mayores ajustes de nuevo, y por otro lado, también hay cierto recelo a que, si se le pasa a Hacienda, que no se le gire el dinero al IVM, entonces incluso se están conversando soluciones más intermedias como generar un fondo soberano para que la plata quede ahí, como hacen otros países como Noruega.

Esta es una propuesta que es 100% nueva y que ha venido surgiendo de forma colectiva, se ve como que hay una necesidad todavía como de elaborar un poco mejor ese fondo, cuál es el fondo en que estamos pensando. Pero podemos decir que las propuestas, en general, están todavía como un estado muy embrionario.

Pero si nosotros hacemos absolutamente todo, incluso el proyecto de ley, podemos resfriar a posibles diputados que puedan apoyarnos, porque ya no van a sentir que la propuesta es de ellos, entonces hay que tener un balance en tratar de dejarlo lo más elaborado posible desde el punto de vista técnico, pero también darle un espacio desde el punto de vista político para que ellos de verdad sean los dueños de esa propuesta y para que la defienden a capa y espada.

¿Para que este diálogo no sea un parche, tendrá que venir un poco de todo para hacer sostenibles regímenes que ya tienen fecha de caducidad? ¿Hablamos de aumentar cuotas, impuestos, edad de retiro…?

Lo mejor es lo más balanceado, como es un ajuste grande, considerable, uno esperaría o desearía que no quede absolutamente nada por fuera. Por ejemplo, el ajuste paramétrico que tenga que hacer el IVM, queremos que una vez que se haga ese ajuste se comprometa a alcanzar y mantener un objetivo de solvencia, lo que quiere decir es que el activo actuarial guarde una relación casi 1 a 1 con el pasivo actuarial: o sea que las contribuciones presentes y futuras guarden esa relación con la futura que yo tenga, entonces que por cada colón de pensión, haya un colón de respaldo de contribución futura o presente.

Entonces lo que queremos es que, por ejemplo, si el IVM hace el ajuste paramétrico se comprometa a una razón de solvencia, digamos un 80%, que diga que yo tengo que tener por cada diez colones en pensiones ocho colones en activo y que si eso no pasa automáticamente se establezca un mecanismo de auto balance para que el ajuste que se tenga que hacer. Por ejemplo, podemos mantener la edad normal de retiro en 65 años, pero si aumenta la esperanza de vida del país, automáticamente también se ajuste esa edad de retiro. La idea es como que se haga ya el mecanismo para evitar procrastinar la toma de decisiones que, como decíamos en con el IVM, ya sabíamos desde los años 50 que había un hueco actuarial, pero no hicimos nada a tiempo.

¿Y usted cree que es posible, con esa necesidad tan grande, mantener la edad de retiro?

Yo creo que es posible, pero si se hace ese mecanismo de autobalance, pero hay que normar la edad de retiro en el tema de sexo en las pensiones. Es cierto que hay que hacer un tratamiento diferenciado o por lo menos tomar en cuenta el rol de cuido en la vejez y cuido en la niñez, porque eso afecta finalmente la cantidad de contribuciones que tengo, pero esos subsidios, porque al final es un subsidio cuando permito a un grupo o en este caso las mujeres se pensionen antes que los hombres, se tienen que hacer explícitos, de forma que se sepa de dónde está tomando el financiamiento la Caja para financiar esos subsidios.

¿Nos tiene que doler, sí o sí, ese ajuste?

Yo creo que en pensiones es muy importante el factor tiempo y si bien ya estamos con la película bastante adelantada, yo creo que podemos hacer el cambio lo menos doloroso posible si lo hacemos suficientemente gradual en el tiempo. Esa es una gran ventaja que tiene el tema de pensiones, que las soluciones uno las puede ir equilibrando gradualmente en el tiempo, de forma que si bien siempre van a doler, haya como mayor certidumbre jurídica de que si yo me pensiono en 5, 10 años, 15 años, 20 años, más o menos yo sepa desde hoy, cuáles van a ser las condiciones en las que me voy a pensionar, eso siempre es mucho más preferible que estar sin ninguna información por 20 años y llevarme la sorpresa ya en el día que menos puedo hacer algo, entonces yo creo que sí hay que cambiar un poco la lógica de que esto es un terreno totalmente ignoto, que yo no sé realmente por dónde va a saltar la liebre, que esto es un tema que como sociedad todavía podemos controlar y podemos ajustar a nuestra mayor satisfacción, por así decirlo.

Yo creo que es importante que en estos 20 años que tenemos esta ventana de tiempo la aprovechemos, porque siempre es más doloroso no hacer nada y esperar el golpe seco, ahí ya no se puede usar el factor tiempo de ajuste y el equilibrio se viene de una sola vez.

¿Están satisfechos con lo que se ha logrado hasta ahora, sienten que Costa Rica tiene posibilidades de mantener vivos sus regímenes?

Sí, yo creo que el diálogo va a ser muy provechoso para alimentar una ulterior etapa con la Asamblea Legislativa, sí vamos a tener bastante material, más del que sinceramente nosotros pensábamos que íbamos a tener, propuestas que de verdad no teníamos en el radar y que ahora las tenemos. Entonces yo sí creo que el diálogo ha sido exitoso en eso, en primer lugar para sensibilizar a un grupo de actores que son estratégicos y que pueden generar mayor diálogo, pero en lo que respecta al producto principal que teníamos prometido, yo creo que sí estamos avanzando progresivamente y todavía nos quedan dos sesiones más, ojalá que siga esta voluntad de hacer propuestas para que no se pierda el impulso.