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En junio de 2022, la cabeza del oficialismo, Pilar Cisneros, anunció ante los demás jefes de fracción que presentaría un proyecto de reforma al reglamento de la Asamblea Legislativa.

Su idea, en aquel momento, era reducir el número de comisiones y también el tiempo de sesiones del Plenario para dar mucho más espacio a los órganos.

Esa visión, según adelantó la periodista en aquella oportunidad, incluía crear tres megacomisiones que cobijaran las tres principales áreas de gestión del Congreso: económica / hacendaria; ambiental / agropecuaria / territorial / municipal y, por último, la jurídica / social y de gobierno.

Esa propuesta se plasmó en un borrador que, en teoría, se analizaría a lo interno de las fracciones para luego finalmente plasmarse en un proyecto de ley y pudiera convertirse en una realidad, algo que, casi dos años después, sigue sin suceder.

¿Por qué?

“El proyecto no ha tenido mucho avance y es una lástima. La decisión que tomó en aquel momento Rodrigo Arias (presidente del Congreso) fue pasárselo a los a los asesores, que ellos lo trabajaran y que nos rindieran un informe y ahí es donde nos varamos.

“El gran error para mí fue dejarlo en manos de los asesores, yo creo que esa lucha y esa responsabilidad tiene que ser de nosotros los diputados y no lo de los asesores, pero también reconozco que fue un error mío no ponerle plazo y dejar que siguiera así”, reconoció Cisneros.

Sin embargo, la propuesta sigue viva.

La diputada aseguró que prepara un nuevo texto todavía más ambicioso que se estaría presentando poco antes del 1° de mayo, cuando precisamente sea el Ejecutivo el que controle la agenda de los diputados.

Esa nueva versión, que dijo está casi lista, no solo incluirá esas propuestas iniciales, sino también otras que han surgido recientemente.

“Para mí lo interesante sería agarrar iniciativas de todos los diputados, que ya tenemos la mitad del periodo de estar aquí y tratar de realmente arrancar con eso y de exigir un plazo.

“Hay una reforma que propuso Gloria Navas para que después de una o dos rupturas de quórum a la tercera haya que tomar lista y se acabó, los diputados pierden la dieta. No puede ser que una sesión de tres horas rompe el quórum cuatro o cinco veces. No podemos seguir trabajando así, entonces ese es otro que queremos acoger dentro de la reforma que estamos proponiendo”, adelantó.

También se pretende reducir los plazos por los que los diputados pueden discutir por el fondo las propuestas de ley o la cantidad de mociones que se pueden presentar a una iniciativa.

“Con 20 minutos por cada diputado para hablar por el fondo, estamos hablando de que podrían ser 19 horas por cada proyecto, ¡Una locura!

“La cantidad de mociones es también un arma para frenar un proyecto que no gusta, todo eso tiene que acabarse, para mí no debería ser posible”, finalizó.

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