A sus 53 años, Mirna Brenes, abogada y vecina de San José, es un ejemplo vivo de fortaleza y determinación. Enfrentarse a dos diagnósticos complejos —cáncer de mama y diabetes— no ha sido tarea fácil, pero esta experiencia la ha llevado a reinventarse, aprendiendo a cuidar de su salud y bienestar emocional.
Pese a estos dos diagnósticos, Brenes está bien de salud. La clave para ella es el diagnóstico temprano. De hecho, dentro de Lidia, el sistema de inteligencia artificial (IA) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), existe un proyecto que pretende prevenir la diabetes tipo dos y otra iniciativa que plantea analizar mamografías por medio de IA.
Mirna fue diagnosticada con cáncer de mama hace algunos años, un proceso que la obligó a someterse a intensos tratamientos de quimioterapia. Apenas recuperándose de esa dura etapa, un nuevo obstáculo apareció en su camino: el COVID-19. Tras superar el virus, empezó a experimentar picos de azúcar y presión alta, lo que llevó a los médicos a incluirla en un programa de monitoreo de la CCSS. Fue entonces cuando recibió un nuevo diagnóstico: diabetes.
“Fue como un balde de agua fría. Me costó aceptar la enfermedad y los cambios que implicaba. Es un proceso de aprendizaje constante”, aseguró a Teletica.com.
Sin embargo, lejos de rendirse, decidió enfrentar esta nueva etapa con determinación. Actualmente, forma parte de un programa de atención para enfermedades crónicas liderado por la institución, del cual no tiene más que elogios.
“La atención es increíble. El acceso a especialistas y la información que nos brindan es invaluable”, comentó con gratitud. “Gracias a este programa, he experimentado una transformación en mi estilo de vida. Nunca había entendido la importancia del ejercicio. Ahora, si no lo hago, siento que me falta algo”, afirmó la jurista.
“Los controles médicos son esenciales. Realmente desconozco este modelo Lidia, creo que la Caja no lo ha dado a conocer o implementado, pero sí sé que detectar una enfermedad a tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, dice esta paciente, recordando los años en los que se sometió a mamografías y chequeos regulares que, en su caso, permitieron detectar el cáncer a tiempo.