Última Hora

Bernal Fonseca / Empresario, culturepreneur y triatleta competitivo de larga distancia.

Nunca había experimentado tan profundamente el significado de esta frase en mi vida como con el reciente compromiso matrimonial que hice con mi novia. Por consecuencia, esto me ha hecho reflexionar e investigar, ¿cuáles son los patrones de comportamiento humano que se acentúan al momento de crear un compromiso?

Todos creamos compromisos en la vida, de hecho, considero que es una de las cualidades más destacables de una persona. Vienen a mi memoria, atletas que todas las mañanas se levantan a entrenar cuando el sol no ha salido, las personas que buscan un nuevo grado académico y estudian por ello o la mamá que se comprometió a estar siempre para sus hijos pase lo que pase. Decir ¡sí, acepto! Es una combinación entre responsabilidad, manejo de la ansiedad ante lo desconocido, resistencia y una nueva auto percepción de nuestra identidad.

La ansiedad ante una gran responsabilidad

Cuando asumimos un compromiso que se concibe como extenso o para siempre, la ansiedad no tarda en aparecer. Puedo apoyarme en mi experiencia como triatleta; cuando visualizo una carrera de larga distancia, la ansiedad llega a mi mente y me predispone para entrar a nadar. Aparecen también el miedo a lo desconocido (una respuesta naturalmente humana) y la preferencia por el confort que genera la certeza.

Una manera de atacar este momento, se encuentra en el proceso previo y los recursos que he preparado para asumir el compromiso. Esto me recuerda la frase: “Sé que a veces miro para atrás, pero es para saber de dónde vengo” que utiliza Malpaís en su canción Cómo un pájaro.

Una nueva percepción de nuestra identidad

Los compromisos pueden construir, definir y mostrarnos la evolución de quienes somos en el momento de la vida que los asumimos. Generan una transformación del reflejo que vemos al mirarnos al espejo. Nos sentimos diferentes.

Esto trae consigo nuevas rutinas o formas de pensamiento. Por lo tanto, no es que haya una modificación de mi individualidad en el compromiso, hay una evolución que me dirige a estar plenamente comprometido con la causa, razón o persona con la que hice ese compromiso.

Permanencia en la decisión

El camino tendrá sus imperfecciones, al mismo tiempo, podemos pasar de la incertidumbre del inicio a la seguridad por la certeza de haber tomado una decisión idónea. Sin importar los grises que haya en ese proceso mental, el compromiso implica permanencia. Valdrá la pena ponerla siempre por delante antes de cualquier modificación al compromiso.

Mi intención con estas líneas, y a la luz de mi reciente decisión, es que usted pueda analizar de qué manera está generando compromisos y qué relación mantiene con este concepto cuando se conecta con libertad y seguridad.

Si me permite cerrar con una breve idea, muy personal de este último planteamiento, la libertad se fortalece con la seguridad de un compromiso adquirido.

¡Ánimo! A crear compromisos para siempre.

Le invito a crear criterio en conjunto compartiendo conmigo sus puntos de vista a través de mi perfil en LinkedIn.

Las opiniones expresadas por nuestros colaboradores corresponden únicamente a sus opiniones y no reflejan las de Teletica.com, su empresa matriz o afiliadas.


WhatsAppTeleticacom